Game Pass en 2025 ha entrado en una nueva etapa. Microsoft ha reformulado su servicio de suscripción en octubre, introduciendo una estructura segmentada con tres niveles: Essential, Premium y Ultimate. Esta decisión llega en un contexto de caída de ingresos en la división Xbox, que ha perdido 113 millones de dólares en el primer trimestre fiscal de 2026 (julio-septiembre 2025).
La subida de precio del plan Ultimate —de 19,99 a 27,99 € mensuales— ha generado cancelaciones y críticas, pendientes de confirmar por la propia Microsoft. El analista Joost van Dreunen, fundador de SuperData Research, considera que el modelo anterior ofrecía una experiencia “de clase business a precio de turista”. Los usuarios intensivos consumían muchos recursos sin aportar ingresos proporcionales. El nuevo enfoque de Game Pass en 2025 busca rentabilidad, no solo crecimiento.
La división de hardware ha sido la más afectada, con una caída interanual del 7 %. Xbox Series XS no ha recibido revisiones ni nuevos modelos, lo que ha reducido el interés del consumidor. Además, el catálogo de exclusivos ha sido escaso. Títulos como Starfield no han logrado mantener el impulso y la falta de lanzamientos relevantes durante algunos períodos ha debilitado la propuesta de valor frente a PlayStation y Nintendo.
Microsoft ha intentado reforzar Game Pass en 2025 incluyendo títulos como los de la saga Call of Duty, pero el crecimiento se ha estancado. La adquisición de Activision Blizzard aún no ha generado sinergias visibles en ingresos. Aunque Diablo IV y Modern Warfare III están disponibles en el servicio, su impacto comercial ha sido moderado.
El CEO Satya Nadella ha reafirmado la estrategia multiplataforma de Microsoft, aunque no ha mencionado Game Pass directamente. La compañía busca consolidar su presencia en PC, nube y consolas, pero necesita ajustar su modelo de negocio para hacerlo sostenible.
Game Pass en 2025 podría marcar un punto de inflexión. Aunque jugar no es lo mismo que ver series o escuchar música, el modelo segmentado permite alinear mejor el precio con el uso. Si Microsoft logra mantener una base de usuarios comprometida y rentabilizar el servicio, podría posicionarse como líder en suscripciones de videojuegos.
Xbox necesita renovar su oferta de hardware y reforzar su catálogo de juegos si quiere recuperar terreno. La presión del mercado es alta, y los próximos trimestres serán decisivos para evaluar si la estrategia de segmentación y subida de precios ha sido acertada.

