SolForge Fusion viene de la mano de Richard Garfield, creador de juegos de mesa como Bunny Kingdom, King of Tokyo y de la heroína de los frikis: ese juego de cartas coleccionables llamado Magic The Gathering.
Un poco de historia
Lo confieso, no soy amigo de los juegos de cartas de este tipo. Mi resquemor hacia ellos viene porque fui algo más que amigo de Magic, me dejé pocas pagas semanales en sus sobres. Y como un antiguo fumador que ha dejado el vicio del tabaco, cuando veo algo que huela remotamente a Magic, me voy a otro lugar.
Así que he jugado más bien poco a las otras creaciones de Garfield relacionadas con la creación de mazos, como son Netrunner o KeyForge. Este último es en el que está basado SolForge Fusion, el juego de mesa, o al revés… es complicado. ¿Cómo? ¿Aún no os he comentado que este juego para PC está basado en uno físico? Pues aún es más complicado.
SolForge ha recorrido un camino muy complicado para llegar hasta Steam. Cuando se puso de moda Hearthstone (hay quien dice que aún sigue de moda), Solforge llegó al mundo digital en 2016 y tuvo su momento de gloria, seguido de un cierre de servidores. Luego apareció KeyForge en 2018, en cartas palpables. Con lo aprendido con todo esta experiencia se creó el juego de mesa SolForge Fusion en 2022.
Tras varias expansiones, esta vez no son sobres como en Magic pero tampoco se libra de los DLCs, SolForge Fusion vuelve este 2024 al mundo digital. Y esto es lo que tenemos entre manos en este análisis.
¿Cómo se juega?
En SolForge Fusion asumes el papel de un Forgeborn, un ser que controla y utiliza hechizos y criaturas que suben de nivel a medida que avanza el juego y tu objetivo es reducir los puntos de salud de tus oponentes a cero y ganar el juego. SolForge es similar a cualquier deck building en el que, con el tiempo, aumentarás el poder de tu mazo a medida que juegas, con la esperanza de eliminar las cartas más débiles de tu mazo para concentrar tus habilidades más poderosas.
Cada uno de los medios mazos de SolForge se genera algorítmicamente para garantizar que cada mazo sea lo más único posible y para que los oponentes a los que te enfrentarás mientras juegas con tus amigos difieran de tu propio mazo, brindando una experiencia única cuando juegas.
Al llegar al final de la duodécima ronda o del cuarto reciclaje, terminarás el juego y el jugador con menos salud perderá el juego. Si durante el juego cualquiera de los jugadores llega a cero salud, el otro jugador es declarado ganador. Aunque necesitarás tu propio método para rastrear la salud durante el juego, así como una forma de rastrear en qué ronda te encuentras.
¿Funciona?
No demasiado. Se siente genérico y aburrido como juego de cartas de este tipo. Y bastante injusto, por qué no decirlo. SolForge Fusion se ha convertido aquí en un juego tipo roguelite en el que te das de bruces una y otra vez contra enemigos injustamente superiores. Todo para ir mejorando poco a poco tus mazos.
La cosa es que juegos tipo rogue como Dead Cells enganchan porque en cada partida vez un mundo diferente, aunque similar para que puedas avanzar. Cada run te permite avanzar un poco más, ya sea porque has aprendido a jugar un poco más o bien a causa de las mejoras que has hecho en tu personaje. En SolForge Fusion esto no es así, cada partida es lo mismo, con muy poca variación.
Para colmo a día de hoy (28 de abril de 2024) aún tiene algunos bugs molestos y un control bastante áspero con el ratón. En Steam Deck se puede jugar con la pantalla táctil, que es mejor que la experiencia con ratón, pero no tiene una interfaz para controlar el juego con botones y stick.
En resumen
Su estado en acceso anticipado está un poco verde a día de hoy. Puede contentar a los más aficionados al género, aunque seguro que ellos ya tendrán la versión de mesa con sus expansiones. El aliciente de jugar contra IAs tramposas y el modo roguelite no está nada pulido a día de hoy. Mi recomendación es esperar un poco, a ver cómo va mejorando SolForge Fusion.