Horses: El veto que reaviva el debate sobre censura en videojuegos

El juego de terror surrealista Horses fue vetado por Epic y Steam, generando polémica sobre censura y arte.

El videojuego indie de terror Horses, desarrollado por el estudio italiano Santa Ragione, fue excluido abruptamente de Epic Games Store apenas 24 horas antes de su lanzamiento oficial. Esta decisión se suma al veto previo por parte de Steam, poniendo en serio riesgo la viabilidad del proyecto y generando preguntas incómodas sobre censura, criterios de contenido y el futuro del desarrollo independiente.

¿Qué es Horses?

Horses —lanzado 2 de diciembre de 2025— es un título de terror surrealista en primera persona. La premisa: un joven llega a trabajar en una granja donde los “caballos” no son animales, sino humanos encadenados con máscaras de caballo, inmersos en un entorno lúgubre y opresivo. A lo largo del juego se exploran temas perturbadores: violencia física y psicológica, explotación, abuso, tortura y opresión. Es un concepto duro, provocador y claramente destinado a un público adulto.

¿Por qué se vetó Horses?

Según la comunicación oficial enviada por Epic Games a Santa Ragione, el juego viola las políticas de la plataforma:

• Contenido inapropiado: representaciones explícitas o frecuentes de comportamiento sexual o contenido no etiquetado apropiadamente.
• Contenido odioso o abusivo: material que promueve abuso o maltrato (incluyendo maltrato animal).
• Clasificación Adults Only (AO) otorgada por la IARC, incompatible con la distribución en Epic.

Lo llamativo es que, según Santa Ragione, la versión final de Horses ya había sido aprobada semanas antes. Epic había revisado y aceptado el “build” final, lo que sugiere que el veto no fue producto de un error técnico ni de cambios de última hora. Al apelar la decisión, los desarrolladores recibieron un rechazo automático sin feedback concreto, imposibilitando cualquier corrección viable.

Una comunidad dividida entre censura y defensa del arte

El veto de Steam ya había generado polémica. Con la decisión de Epic, el asunto escala: un juego aprobado y evaluado terminó siendo rechazado sin justificación clara. Para los desarrolladores, la sensación es de “humillación” e impotencia, descrita por el cofundador como un procedimiento “escary, humiliating and patronizing”.

Por otro lado, defensores del arte en los videojuegos sostienen que este tipo de decisiones representan una barrera a la expresión creativa. Surge el debate: ¿puede un videojuego ser vehículo legítimo para explorar horror, abuso o crítica social mediante simbolismo? ¿Dónde está la línea entre provocación artística y contenido inadecuado?

Consecuencias para Santa Ragione

El veto no es un simple contratiempo: puede poner en jaque la viabilidad económica del estudio, con una producción estimada en 100.000 dólares. La imposibilidad de acceder a Steam y Epic limita severamente su alcance comercial.

A pesar del veto, el juego sí fue lanzado en GOG, Itch.io y Humble Store, aunque con un alcance mucho menor, dependiendo del boca a boca y la curiosidad generada por la polémica.

Lo que revela este episodio

El caso de Horses expone tensiones profundas en la industria:

• Falta de transparencia en criterios de moderación.
• Riesgo para estudios independientes que dependen de pocas plataformas.
• Debate sobre arte y provocación en videojuegos.
• Poder de mercado de grandes distribuidores que deciden unilateralmente qué se publica.

Conclusión

Horses es más que un videojuego polémico: es un ejemplo de cómo las plataformas dominantes pueden condicionar la expresión artística y la supervivencia de los estudios independientes. Su lanzamiento saboteado abre un debate necesario sobre censura, arte y poder en la industria del videojuego.