The Art of Reflection convierte los espejos en portales y transforma cada escenario en un rompecabezas vivo.
The Art of Reflection es un juego de puzles en primera persona que parte de una premisa sencilla pero poderosa: la posibilidad de atravesar un espejo y entrar físicamente en su reflejo. Esa idea no se utiliza únicamente como truco visual, sino que constituye la base del diseño del juego. Los espejos funcionan como portales hacia una versión alterada del entorno, con reglas espaciales y físicas que rompen la lógica tradicional.
Cada movimiento —ya sea caminar, saltar o cambiar de perspectiva— adquiere nuevas posibilidades, porque traspasar un espejo puede implicar aparecer invertido, girado o incluso en una superficie distinta, como paredes o techos. Esto se apoya en un desplazamiento instantáneo que permite redirecciones rápidas en pleno aire y maniobras que se acercan a las plataformas, mientras que la gravedad y la geometría se adaptan al mundo reflejado. El resultado es una experiencia en la que el espacio se convierte en un rompecabezas vivo que exige reinterpretar continuamente el entorno.
Lo mejor
Una de las mayores virtudes del juego es la creatividad de su diseño de puzles. Aunque la mecánica de los espejos podría parecer limitada en un primer vistazo, cada nueva sala añade un giro conceptual que le permite seguir creciendo. La variación constante evita la sensación de repetición y mantiene la sensación de descubrimiento. Además, el uso de espacios reflejados y geometrías alteradas aporta una calidad sensorial que rompe con la lógica habitual de los entornos tridimensionales. Atravesar un espejo no equivale simplemente a cargar otro escenario: el mundo reflejado puede estar invertido, retorcido o reorganizado de formas que sorprenden al jugador. Esta mezcla entre lógica espacial y desconcierto calculado genera momentos memorables, propios de los juegos que buscan desafiar la percepción.
El equilibrio entre la resolución de puzles y la exploración con tintes de plataformas añade dinamismo. No se trata únicamente de deducir soluciones; también es necesario enfrentarse a saltos, cambios de orientación y desplazamientos que requieren precisión. Esta combinación permite que el juego resulte atractivo tanto para jugadores que disfrutan del pensamiento espacial como para quienes buscan una experiencia algo más física. A ello se suma una ambientación cuidada, con espacios que transmiten misterio, decadencia y cierta belleza melancólica. La exploración invita a observar, experimentar y descubrir pequeños secretos que contribuyen a la naturaleza contemplativa del juego.

Lo que no funciona del todo
A pesar de su solidez conceptual, el juego presenta algunos aspectos que pueden no encajar con todos los jugadores. Es probable que la duración total sea más bien breve, dentro del rango habitual de muchos juegos de puzles independientes. Esto implica que quienes busquen una aventura extensa o cargada de contenido podrían quedarse con la sensación de que termina antes de lo esperado. Además, aunque la mecánica central es fuerte, existe el riesgo inherente a cualquier propuesta basada en una única idea: si el diseño de niveles no logra mantener la variedad durante toda la experiencia, la frescura podría diluirse durante las últimas fases.
El enfoque en las mecánicas implica también que la narrativa tiene un papel secundario. El mundo posee identidad y un trasfondo sugerido, pero no desarrolla personajes ni presenta una trama de gran complejidad. Esto no supone un defecto en sí mismo, pero conviene tenerlo en cuenta para quienes priorizan historias profundas o elaboradas. Otro aspecto a considerar es la disponibilidad del juego, que en su lanzamiento se centra en PC. La ausencia de versiones para consolas restringe su alcance a una parte del público, al menos por el momento.

Conclusión
The Art of Reflection destaca por su capacidad para convertir una idea aparentemente sencilla en la base de un sistema de juego profundo y sorprendente. Al permitir atravesar espejos y explorar mundos reflejados con reglas alteradas, consigue que cada espacio funcione como un puzle en sí mismo. Su diseño de niveles, su atmósfera peculiar y su equilibrio entre pensamiento y movimiento lo convierten en una experiencia singular dentro del género. Aunque no es un título amplio ni centrado en la historia, sí es una obra que brilla por su creatividad y por su manera de desafiar la percepción del jugador. Para quienes valoran la experimentación y el ingenio por encima del tamaño o la duración, se trata de una propuesta especialmente recomendada.
Recomendado para:
The Art of Reflection es una propuesta ideal para quienes disfrutan de puzles basados en lógica espacial, percepción y experimentación. El juego se dirige a un público que aprecia las ideas creativas ejecutadas con coherencia, y que valora más la originalidad de la mecánica que la duración o la amplitud del contenido. También encajará bien entre quienes prefieren experiencias concentradas, que se puedan completar en pocos días sin dejar de resultar estimulantes y memorables. Por el contrario, quienes buscan una narrativa rica, una larga campaña o un enfoque más tradicional podrían no encontrar aquí lo que esperan.
| Desarrollador | Hydrozoa |
| Editor | Hydrozoa |
| Género | Puzles en primera persona, plataformas 3D, exploración surrealista |
| Plataforma | PC (Steam) |
| Duración estimada | 4–6 horas campaña principal, con rejugabilidad en exploración y secretos |
| Estilo visual | Surreal, atmosférico, colorido, minimalista, con arquitectura laberíntica |
| Mecánicas | Atravesar espejos como portales, gravedad alterada, acrobacias espaciales, exploración no lineal |
| Idiomas disponibles | Inglés (otros por confirmar) |
| Fecha de lanzamiento | 1 de diciembre de 2025 |
| Precio estimado | 17’49€ |
| Página oficial | Steam – The Art of Reflection |


