Descubrí StarVaders atraído por su estética colorida y ese título que remite al clásico Space Invaders. Pero lo que encontré fue mucho más: un roguelike táctico con mecánicas de construcción de mazos y una frescura que lo distingue dentro del género. Desde sus primeras partidas, el juego demuestra un equilibrio notable entre estrategia, creatividad y ritmo desafiante.
La premisa de la obra de Pengonauts es sencilla: controlar mechas pilotados por humanos para defender la Tierra de una amenaza extraterrestre. Hasta ahí, podrías pensar que es más de lo mismo. Pero StarVaders combina hábilmente estrategia por turnos y deckbuilding en una cuadrícula vertical donde los enemigos avanzan en oleadas, obligándote a pensar cada acción como si fuese una partida de ajedrez con explosiones.
Cada mech tiene su propio estilo de juego, y los pilotos añaden otra capa de personalización que cambia por completo cómo abordas cada partida. Lo que más me enganchó fue esa sensación constante de estar ajustando una máquina perfecta: cada carta, cada movimiento, cada sinergia cuenta.

Una de las mecánicas más interesantes es el uso de los “Chrono Tokens”, que permiten deshacer acciones o refrescar la tienda de cartas. Parece una herramienta menor, pero usada con inteligencia se convierte en un recurso vital para corregir errores, explorar nuevas rutas tácticas o buscar la carta que falta para completar una combinación clave.
Además, el sistema de daño es original y estratégico: no pierdes vida directamente, sino que se agregan cartas “basura” a tu mazo, las cuales entorpecen tu capacidad de reacción. Este detalle convierte el desgaste en algo tangible, y obliga a pensar no solo en sobrevivir, sino en mantener la eficiencia a largo plazo.

Visualmente, StarVaders combina estética anime con energía de dibujo animado occidental, todo envuelto en una banda sonora chiptune que aporta personalidad sin distraer. La interfaz es clara, intuitiva y diseñada para ayudarte a tomar decisiones complejas sin perder fluidez.
En cuanto a accesibilidad, el juego incluye opciones bien pensadas como la desactivación de sacudidas de cámara, reducción de efectos visuales intensos y señales sonoras para eventos clave, lo que lo hace disfrutable para una mayor variedad de jugadores.
Un imprescindible para fans del género
Después de jugar extensamente a StarVaders, puedo decir sin rodeos que es una de las propuestas más completas e inteligentes dentro del deckbuilding táctico. Tiene profundidad sin ser obtuso, dificultad sin volverse injusto, y una identidad visual que lo hace destacar al instante.

Si te apasionan los desafíos estratégicos, experimentar con builds, y encontrar sinergias inesperadas, este título no puede faltar en tu colección. StarVaders no solo se siente fresco: se siente como un clásico en potencia.
Te gustará si:
- Disfrutaste de Slay the Spire y Rungore.
- Te mola el retro y disfrutas de los combates por turnos.
No es para ti si:
- Lo que quieres es acción desenfrenada y una historia que te toque el corazoncito.