Análisis de Simon the Sorcerer Origins, la precuela que revive la saga con arte retro, humor británico y mecánicas modernizadas.
Como aficionado desde hace años a los juegos de aventura point and click, estaba particularmente expectante ante el regreso de una franquicia que marcó parte de mi juventud: Simon the Sorcerer. Con su nuevo título precuela, Simon the Sorcerer Origins, el estudio Smallthing Studios, junto a Adventure Soft como colaborador, toma el riesgo de revivir esa mezcla de humor británico, magia y puzles que tan bien funcionaba en los años 90.
Una de las primeras cosas que convence es la puesta en escena: el juego mantiene un estilo visual claramente retro. Aunque abandona el estilo pixelado en favor de un arte con dibujos hechos a mano más del estilo de The Curse of Monkey Island. Se agradecen su fondos cargados de detalle y animaciones que se sienten afines al espíritu clásico. Desde la introducción, destaca tanto la calidad del arte como la banda sonora con reminiscencias ochenteras y noventeras.
Que la voz del protagonista vuelva a ser interpretada por el actor Chris Barrie, conocido por ser Rimmer en Red Dwarf, refuerza esa conexión nostálgica.
La interfaz está bien adaptada para consolas y PC, con opciones para modo clásico —donde el cursor cambia según el tipo de interacción— y otras más modernas para control con mando (imprescindible para su versión de consola). La narrativa, al ser una precuela, permite seguir la historia sin haber jugado el título original, lo que facilita el acceso a nuevos jugadores. Claro que hay multitud de chistes y guiños que solo los que hayan jugado a los originales pillarán. Porque sí, el humor tan distintivo de la saga sigue aquí como parte fundamental de la aventura.
Otro aspecto destacable es la accesibilidad: el juego incluye efectos visuales retro como CRT o VHS, tamaños de subtítulos adaptables y un sistema de guardado flexible. Esto lo hace apto tanto para veteranos que echan de menos jugar mientras aumentan sus dioptrías como para curiosos que se acercan por primera vez al género.

Ahora bien, no todo es perfecto. Desde la óptica de un purista del género, hay concesiones que pueden resultar difíciles de digerir por los más tiquismiquis del lugar. Por ejemplo, la simplificación de los comandos: en lugar de un conjunto extenso de verbos como mirar, abrir o usar, se utiliza un sistema más contenido. Esta modernización favorece la fluidez, pero a cambio se pierde parte de la profundidad mecánica que caracterizaba a los clásicos.
El diseño de puzles tiene altibajos. Hay momentos donde la lógica fluye y el ritmo es acertado, pero también secciones con saltos de lógica que obligan a probar combinaciones sin pistas claras. Haciendo que, a veces, el jugador tenga que caer en el clásico probar todo con todo. Aunque, bien pensado, esto no es sino algo que acerca más esta nueva entrega con los clásicos. El ritmo global del juego es pausado, y aunque se puede acelerar el movimiento del personaje, la velocidad inicial resulta ideal para alejarnos de la estresante vida moderna.
El humor también destaca: hay momentos brillantes de comedia británica y gags meta que funcionan muy bien, aunque otros giros del guion se sientan algo forzados. Eso sí, a lo largo de toda la aventura la sonrisa está asegurada.

En lo personal, considero que Simon the Sorcerer Origins es un acierto. Honra lo que la saga fue y lo actualiza lo suficiente para que tenga sentido en 2025. Su arte, ambientación, la voz del protagonista y esa nostalgia que evoca son puntos fuertes. Lo disfruto a cada paso y arranca más de una carcajada.
Eso sí, no rompe moldes dentro del género. No reinventa la aventura gráfica (tampoco es lo que se le pide) ni apuesta por sistemas radicalmente nuevos; más bien reforma lo clásico con concesiones modernas. Su mayor público será aquel que ya sienta cariño por el género o por la saga, más que quienes busquen una revolución narrativa o mecánica.
En resumen, es una aventura recomendable para fans del género y para quienes busquen una experiencia relajada, con puzles moderados y buen ambiente. Se sitúa por encima de la media de títulos recientes de aventura gráfica, aunque no alcanza los niveles de “obra maestra” que recordamos con veneración. Me quedo con ganas de más —tanto en duración como en densidad de reto— pero muy satisfecho con lo que ofrece.
Recomendado para aquellos que jugaron a los clásicos y para introducir a las nuevas generaciones en el universo de Simon the Sorcerer.
Hemos jugado Simon the Sorcerer Origins en una Xbox Series X gracias al código de prensa enviado por PR Hound.
| Desarrollador | Smallthing Studios |
| Editor | ININ Games |
| Género | Aventura gráfica, point & click |
| Plataforma | PC, Xbox, PlayStation, Switch |
| Duración estimada | 6–8 horas |
| Estilo visual | Dibujos hechos a mano, estética retro con efectos CRT/VHS opcionales |
| Mecánicas | Exploración, puzles, interacción clásica o simplificada, sistema de guardado flexible |
| Idiomas disponibles | Inglés, español y más |
| Fecha de lanzamiento | 28 de Octubre de 2025 |
| Precio estimado | 24’99€ |
| Página oficial | Simon the Sorcerer Origins en Steam y en formato físico en Meridiem Games |

