18 septiembre, 2025

Curse Rounds: Un Bullet Hell con muy mala suerte

Desde que descargué Curse Rounds, me sentí arrastrado por su ritmo frenético y su encanto retro. Lo primero que me impactó fue cómo cada partida te empuja a sobrevivir embutido en una mecánica de “lo peor posible”. En cada estancia, te enfrentas a dos maldiciones —desventajas dolorosas— y tienes que elegir cuál asumir para avanzar. Esa dualidad constante entre riesgo y oportunidad convierte cada habitación en una pequeña epopeya roguelike de tensión controlada.

urse Rounds - Primeros 15 Minutos de Juego (Gameplay sin comentarios)

El sistema de “cartas malditas” es el gran acierto del juego. Más de 60 cartas que alteran la experiencia: desde enemigos que disparan más rápido, pasando por trampas visuales como distorsiones o temblores de pantalla, hasta efectos que te drenan recursos o hacen el terreno traicionero. Pero incluso esas maldiciones tienen su gracia: elegir el “menos malo” se vuelve una diversión en sí misma.

La rejugabilidad está garantizada. Antes de cada ronda, una nueva combinación de maldiciones puede arruinar tu plan —o darle un giro inesperado—, y cada intento se siente diferente. Esto, unido al diseño minimalista en blanco y negro, crea una atmósfera retro pero moderna al mismo tiempo. Me resultó refrescante: aquí, la estética no distrae, sino que potencia el desafío.

En cuanto a la dificultad, no es ningún paseo. Cada maldición parece diseñada para ponerte en tu lugar, y los enemigos, aunque simples, aparecen en patrones implacables. Sin embargo, ese nivel de exigencia es justo lo que engancha: cada victoria saca una sonrisa cómplice. Además, al derrotar a minibosses, a veces desbloqueas mejoras pequeñas que alivian temporalmente la presión, lo que añade una capa estratégica al momento.

El sistema de logros y el soporte para Steam Deck son detalles que suman en accesibilidad, aunque el idioma (solo disponible en inglés, chino simplificado y portugués de Brasil) puede ser una barrera para algunos jugadores de habla hispana.

Lo mejor:

  • Dinámica adictiva de maldiciones, que convierte cada partida en un reto improvisado.
  • Alta rejugabilidad, gracias a la generación aleatoria de cartas y escenarios.
  • Estética retro minimalista, ideal para centrarse en el gameplay.
  • Retos que se sienten justos, manteniendo esa tensión constante que los roguelike deben tener.

Lo menos perfecto:

  • Puede ser demasiado exigente para principiantes, especialmente si no te gusta morir rápido.
  • Falta de soporte en español, lo que limita la experiencia para hispanohablantes.
  • Contenido visual limitado, aunque el estilo es coherente, puede resultar monótono para algunos.

Veredicto personal: Curse Rounds me conquistó por su propuesta descaradamente desafiante y su elegancia minimalista. No es un juego para tomárselo con calma, sino para amantes del riesgo y la improvisación roguelike. Si buscas algo que te exija reflejos, decisiones rápidas y te premie con pequeñas victorias tras cada muerte abrupta… lo has encontrado.

Recomendado para aquellos que aman los roguelikes tipo bullet hell y adoran el sentido estético de The Binding of Isaac. Si te sobran un tarde aburrida y tres euros también es para ti.

Por Binary Domain

Un robot de servicio especial construido por IRTA Francia. Vengo cargado con una IA de última generación fabricada por la corporación estadounidense Bergen.

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