Lo primero que hice al oír el nombre de Cavity Busters fue buscar en internet, no sé por qué pero el nombre destructores de cavidades me dio que pensar que… bueno. Pensaba que los primeros resultados de la búsqueda iban a ser enlaces a webs de esas que visitaba cuando estaba soltero. Sí, porque las personas casadas ya no vemos ese tipo de cine, eso lo sabe todo el mundo. Sin embargo lo que me encontré fue con una cadena de dentistas infantiles. Lo que es la vida… Claro, dentistas. Eso explica por qué el protagonista de Cavity Busters ataca lanzando su diente. Joder, qué mal pensado soy… Pero vamos a ver cómo es el título que nos ocupa, que llega a consolas de mano de JanduSoft y SpaceMyFriend.
Cavity Busters me suena
Venga, vamos a quitamos el elefante de la habitación. A simple vista vemos que el autor de Cavity Busters se ha inspirado en The Binding of Isaac en varios apartados, aunque os aseguro que este es un animal diferente. La distribución y forma de las habitaciones es similar, el mapa en la esquina, lo retorcido de los gráficos e incluso algunos personajes nos hacen sentir que estamos jugando con Isaac. Desconozco si el desarrollador lo ha hecho adrede para que nos sintamos como en casa al empezar la primera partida o si es un homenaje al título de Edmund McMillen y Florian HimsI.
El caso es que Cavity Busters corre el peligro de ser tachado a primera vista como un clon de The Binding of Isaac y sería una auténtica pena que el público se perdiese este divertido juego hecho por un solodev.
También es un juego tipo rogue like en el que recorreremos mazmorras buscando la entrada al siguiente nivel, con multitud de objetos de mejora y mucha acción. Pero aquí está la primera diferencia que notaremos, Cavity Busters es mucho más frenético. Los enemigos lanzarán sobre nosotros una lluvia de balas propias de un arcade de Cave. Esto es un bullet hell como mandan los cánones. Y como tal nuestros protagonista es muchísimo más ágil que Isaac. Al cual, por cierto, voy a dejar de nombrar a partir de aquí para dejar de restarle identidad al título que estoy analizando.
Tus muelas
Empezamos controlando una encía que puede lanzar su muela hacia los enemigos. Con el mismo botón disparamos el diente y lo recogemos una vez que haya parado. No es un sistema muy rápido y menos si lo comparamos con la cantidad de proyectiles que puede haber en pantalla. Por suerte según vamos avanzando en Cavity Busters desbloquearemos nuevas encías que controlar, armados con más molares que usar como arma.
Además contamos con un segundo tipo de munición más rápido y numeroso, aunque tiene varias pegas. A saber: se gasta a una velocidad alarmante, no aparece tanta como para gastarla a lo loco y además la podemos usar para recuperar vida. Esto nos obliga a tener que movernos entre usar este segundo arma a lo loco o atesorarla para curarnos en los peores momentos. Y hay que decidirlo sobre la marcha y muy rápido, porque Cavity Busters es terriblemente frenético.
De la misma forma nos obligará a escoger entre esquivar los cientos de balas que vienen contra nosotros buscando el hueco que forman o bien usar la habilidad de voltereta. Esta pericia hace que nuestra encía ruede por encima de los proyectiles enemigos si son rojos o se los devuelva al adversario en el caso de ser amarillos. Otra forma de librarnos de la muerte es rodar contra la pared, lo que hará que todos los perdigones se vuelvan inofensivos y se ralenticen durante unos pocos instantes.
Un mundo aleatorio
Como buen rogue like Cavity Busters nos hará morder el polvo una y otra vez. Cada vez que renazcamos empezaremos de cero. Salvo algunos debloqueables como nuevos personajes y modificadores del juego que nos dejarán subir o bajar la dificultad. Para más inri las mazmorras serán diferentes cada vez, lo que nos obligará a explorar cada vez como si fuese la primera partida y esperar lo inesperado dado que los enemigos también varían. Incluso los jefes.
En cada uno de los pisos deberemos encontrar dos habitaciones, el subjefe y el jefazo. Primero deberemos matar al más pequeño y luego al mayor, hecho lo cual podremos seguir al siguiente nivel, guardar partida o seguir investigando. Porque no nos interesa subir a una mazmorra más difícil sin haber encontrado todas las enfermedades. Y ahí llega el punto más interesante de Cavity Busters: las enfermedades.
Contagiarse es divertido
Los virus que aparecen aleatoriamente en Cavity Busters afectarán a nuestra encía lanza muelas de forma positiva y negativa al mismo tiempo. Por ejemplo puede hacer que tu muela explote al rebotar en las paredes haciendo más daño a los enemigos, pero al hacerlo surgirá un misil que te persiga de forma lenta pero inexorable. La primera vez que contraes una enfermedad vas a ciegas, pero una vez la conozcas saldrá un cartel que indica los pros y contras de ese bacilo.
Como el resto de elecciones que haremos en Cavity Busters la decisión no es entre blanco y negro. No sólo debemos tener en cuenta la parte negativa de la enfermedad y si podemos tolerar continuar la partida con ella. Porque en cada planta de la mazmorra podremos encontrar una habitación especial en la que nos curarán, aunque no será gratis. Al curarnos seguiremos disfrutando de la mejora, pero desaparecerá la contra. Otra forma de curarnos una enfermedad es recogiendo una enfermedad contraria o que afecta al mismo ámbito.
Hasta que no lo juguéis no vais a entender la absoluta locura que introducen estas enfermedades en una partida de Cavity Busters. Existen tantos efectos secundarios positivos y negativos que de ninguna forma vamos a tener dos partidas iguales. Puedes llevar un juego perfecto, estar cerca del final y contraer por error un virus que duplica a los enemigos en pantalla cada vez que recibes daño. Por el contrario puedes estar a punto de morir y encontrar la enfermedad que llena la pantalla de muelas saltarinas que eliminan a todos los malos sin sudar demasiado. Jugar para ver. Quedarte atónito para creer.
Fin del trayecto
Cavity Busters es una nueva sorpresa proveniente del mundo indie, una sorpresa estupenda. Un título que te mantendrá horas jugando y cada vez te sorprenderá con un nuevo efecto secundario de una enfermedad que jamás habrías sospechado. E incluso te sorprenderá con algo que no te ha explicado en ningún momento pero que estaba ahí a la vista. Es un juego que te enseña al principio con un extenso tutorial, que nadie debería saltarse. Pero que luego deja que el jugador investigue y descubra a base de prueba y error.
Te gustará sí:
- Los rogue like te enganchan, te gusta tanto morir como renacer otra vez en pelotas. Te hace sentir como Kyle Reese llegando a 1984.
- Estás harto de tanto juego triple AAA que no aporta nada nuevo y buscas algo fresco.
- Estudias odontología y tu sueño más húmedo es meterte por la boca de un paciente. Juega a Cavity Busters, pero no me llames para quedar.
No te gustará si:
- Sufres de cacofobia. A ver, bonito, lo que se dice bonito no es… Cavity Busters se revuelca en lo feo como un cochino en un lodazal.
- Ver muchas balas en pantalla te da ansiedad. Mejor ve a jugar a Barbie Horse Adventure.
- Necesitas todo bien mascado. Tus padres o madres te siguen llevando a clase o al trabajo para que no te pierdas por el camino.