22 noviembre, 2024

Análisis de Verdict Guilty: jugando a polis y cacos

Verdict Guilty nos retrotrae a los años noventa, época en la que llegó a los recreativos de todo el mundo Street Fighter 2 The World Warrior, arrasando con las monedas de todos los niños y adolescentes. Esto desató una fiebre por los juegos de lucha uno contra uno que trajo grandísimos juegos como The King of Fighters, Samurai Shodown o Guilty Gear. A su vez los salones de arcades se llenaron de juegos morralleros que buscaban aprovecharse del rebufo del clásico de Capcom con el mínimo esfuerzo. Juegos que iban desde lo horrible hasta lo notable sin llegar nunca a la excelencia marcada por los grandes del género.

Muchos de esos títulos que sobresalían de la mediocridad se quedaron en nuestros corazones. Hablamos de juegos como World Heroes, Mortal Kombat, Fatal Fury, Galaxy Fight o Breakers, juegos no tan grandes pero igualmente disfrutables. Incluso algunos de ellos han derivado en series que incluyen grandes títulos, como es el caso de Garou Mark of the Wolves. Estos Street Fighter de Hacendado reunían la suficiente calidad para jugar un par de partidas semanales cuando nos pasábamos por los recreativos del barrio. A este gama de arcades de lucha sin demasiadas pretensiones es a la que hace homenaje Verdict Guilty.

Esposas y navajas

Toda esa segunda fila de juegos de lucha tenía algo que los hacía especiales. En lugar de clonar directamente a Ryu y compañía haciendo un profundo sistema de combos y creando una plantilla de personajes completamente equilibrada preferían darle un toque único que llamase la atención. Si World Heroes tenía el modo Deathmatch con escenarios llenos trampas y Mortal Kombat los Fatalitis, Verdict Guilty llama la atención con personajes que se posicionan a uno u otro lado de la ley. Los ocho personajes seleccionables son cuatro agentes de la ley y otros tantos delincuentes armados hasta los dientes.

En lugar de ondas vitales y movimientos marciales exagerados, los protagonistas de Verdict Guilty usan pistolas, ametralladoras, granadas, tasers y hasta explosivos caseros. Todo vale en esta historia de polis y cacos que nos lleva a un futuro distópico en el que las calles de Neo Seoul han estallado en una vorágine de delincuencia que unos quieren parar. Mientras el bando contrario busca sacar partido a los disturbios.

Y como buenos polis y cacos que son, los actores de Verdict Guilty no hacen complicadas llaves de judo. Si pulsamos el gatillo derecho cuando estemos cerca del rival le esposaremos, en caso de ser del bando de la ley, o le ejecutaremos. Esta ejecución puede ser con un navajazo en el cuello, que confundirá a nuestro contrario durante un rato, o pegándole un explosivo que explotará a los pocos segundos.

Pixelazos y limitación de color

Si el estudio desarrollador ha decidido llamarse Retro Army Limited ya nos podemos imaginar que los gráficos no van a llevar al límite nuestras flamantes consolas de última generación. El estilo visual nos lleva, de nuevo, a otros tiempos que recordamos mejores porque no éramos tan mayores. Personajes pixelados, fondos con pixel aún más gordo y una paleta de colores autolimitada al estilo Mega Drive son las señas de identidad de Verdict Guilty.

Todo en el título de Retro Army nos lleva a la época de los 16 bits. Aunque el tema tratado por su historia, el uso de alcohol y tabaco, las ejecuciones con armas de filo y de fuego o el uso explícito de drogas habrían covertido a Verdict Guilty en un juego imposible de publicar en una consola de SEGA o Nintendo en esa época. Bastante revuelo causaron Mortal Kombat o Carmaggedon mostrando violencia gore, exagerada y cómica. Sí, por mucho que tu cuñado se esfuerce en gritar lo contrario: ahora tenemos más liberdad de expresión que antes.

Historia y arcade

Metidos en harina lo primero que vemos en el menú es que Verdict Guilty tiene un modo arcade y otro historia. El primero es la clásica partida en la que nos enfrentamos a los otros personajes seleccionables, incluyendo una copia de nuestro elegido con otro nombre y algún pequeño cambio en el aspecto. Una vez que liquidemos a estos luchadores normales pasamos a los subjefes, que en este caso son cuatro personajes prestados del clásico de Neo Geo Breakers Revenge. Para al final pegarnos con el enemigo final, el jefazo, el malo que ha jodido la vida de todos los protagonistas y ha liado el caos en Neo Seoul. Un personaje que encaja justo en la mitad de los defensores de la ley y los delincuentes: un abogado. Eviten rimas.

El modo historia por su parte es una serie de batallas siguiendo la narración del personaje seleccionado que le lleva a enfrentarse a los otros siete regulares, su primo gemelo, un entrenador de la policía clavadito al maestro Muten Roshi y al abogado. En este caso los cuatro invitados de Breakers Revenge brillan por su ausencia. Porque no hay forma de meter dentro de la historia a estos caracteres ninjas, que lanzan bolas de energía y cuyo diseño es claramente diferente al resto de Verdict Guilty. Cada una de las peleas de este modo funciona a modo de misión, obligándonos a eliminar a nuestro rival haciendo algo concreto. Bien usar sólo un especial, un combo concreto o usar las esposas para que termine detenido.

Finales y recomendaciones

Un homenaje a los juegos de lucha de segunda fila que nos entretuvieron en los años noventa, con macarrismo barriobajero oriental y una jugabilidad que le permite jugar a un novato y divertirse a un experto. Verdict Guilty es un título sin mayores pretensiones que hacernos pasar un rato divertido mientras vemos los guiños más o menos evidentes a juegos de la época.

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By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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