29 abril, 2024

Análisis de The Many Pieces of Mr Coo: Magia animada

The Many Pieces of Mr Coo lleva la friolera de once años en desarollo, lo que le podía haber convertido en el Duke Nukem Forever de la industria española si no fuese por un detalle fundamental: el resultado es una auténtica maravilla que todo el mundo debería probar. Su autor, el ovetense Nacho Rodríguez, ha metido a su personaje más conocido en una aventura gráfica que se sitúa a medio camino entre las más clásicas de Lucas Arts y las más frescas y modernas publicadas por Amanita Design.

Meridiem junto con Astrolabe Games nos ofrecen The Many Pieces of Mr Coo, juego desarrollado con la animación de Nacho Rodríguez y la programación de Gammera Nest.

The Many Pieces of Mr Coo en Xbox Series X

Lo primero que llama la atención de al empezar a jugar es su cuidada animación. Y cuando digo cuidada me refiero a que en cada pequeño corte del juego demuestra el asombroso mimo que se ha puesto en cada uno de los elementos que conforman el juego. El aspecto de Mr Coo es de lo más simple, con trazos de línea clara y un color plano como único relleno. Esto está hecho así con el fin de ser versátil, de poder transformarlo fácilmente en cualquier locura que necesite la historia.

Sin embargo el resto de personajes que pululan a su alrededor son más complejos y muchos cuenta con estilos diferentes. Unos están hechos con trazos de lápiz, como si estuvieran sólo abocetados. Otros parecen pintados con acuarela y también tenemos objetos que directamente están sacados de la realidad mediante fotografías escaneadas. Incluso en algunos puntos se nota que se ha utilizado rotoscopia sobre elementos previamente animados en 3D.

Todas estas técnicas se han unido en The Many Pieces of Mr Coo para conformar un universo único en el que todo puede ocurrir. El mundo en el que se desarrollan las aventuras de Mr Coo une la obra pictórica de Salvador Dalí, en la que cualquier objeto sólido puede derretirse, y los cortos animados de La Pantera Rosa, en los que se unía libertad artística con humor para todos los públicos. Seguro que Friz Freleng disfrutaría jugando a la propuesta de Nacho Rodríguez.

Al jugar con The Many Pieces of Mr Coo he sufrido un gustosísimo regreso al pasado. A esos años en los que aún tenía pelo en lo alto de la cabeza y me pasaba las tardes pegado a las aventuras gráficas de los años ochenta y noventa. Esas en las que tenía que hacer click en todos los objetos de la pantalla con el fin de avanzar en la historia. Porque resulta que el universo en el que vive Mr Coo carece de lógica, al menos de la lógica que puede esperarse de la vida real. Lo que hace que la resolución de algunos puzles sea directa mientras que otros me han hecho tocar toda la pantalla hasta resolverlos.

Ojo porque esto no pretende ser una crítica negativa, ni mucho menos. Gracias a atascarse y probar cosas al tuntún es cuando se ven muchas animaciones y chistes que te perderías de otra forma. Es un placer atascarse en The Many Pieces of Mr Coo y tirarse un rato dando vueltas por las pantallas viendo cada detalle escondido. De todas formas existe un libro de pistas que nos acompaña durante toda la historia y que podemos consultar si somos impacientes ya nos hemos aburrido de hacer click en cada esquina.

The Many Pieces of Mr Coo empieza como una sucesión de escenas de un solo escenario (más o menos) que sirven como introducción y tutorial para la segunda mitad de la historia, que se desarrolla como una aventura gráfica de toda la vida en la que debemos recorrer un puñado de escenarios resolviendo el entuerto principal en el que se ve envuelto nuestro amigo Mr Coo. Todo esto, hecho de tirón, suma una película cuyo metraje ronda los noventa minutos propios de una película de duración estándar.

Claro que para llegar a todas las soluciones nos tiraremos una tarde entera devanándonos los sesos, tocando cada centímetro del juego y probando todas las combinaciones que se nos ocurran. Y si nos ha sabido a poco podemos disfrutar de una segunda partida en la que, además de hacer lo mismo que en el juego normal, tendremos que buscar una serie de papeles escondidos (no mucho) que desbloquearán más de un centenar de bocetos de las animaciones.

En resumen, estamos ante una pequeña obra de arte animada que debería figurar en la biblioteca de todo aficionado a Monkey Island, Day of Tentacle o Sam and Max que se precie.

Te gustará si:

  • Amas las aventuras gráficas más retro.
  • Te vuelven loco los cortos de dibujos animados clásicos.
  • Eres buena persona.

No te gustará si:

  • Lo que buscas en un videojuego es que dure mil horas por cada euro invertido aunque sea todo el rato igual. Vete a jugar a Fortnite y dejanos a los mayores jugar tranquilos.
  • Te has comprado un cacharro último modelo y lo único que estás dispuesto a jugar son títulos que muevan billones de charcos reflectantes.
  • Eres mala gente.

Hemos gozado como enanos con The Many Pieces of Mr Coo en una Xbox Series X gracias al código de review proporcionado por Gammera Nest y Meridien Games a través de Mark Allen.

By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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