Mientras la mayor compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft sigue siendo evaluada por las autoridades de todo el mundo, un país más ha aprobado la operación.
La Fiscalía Nacional Económica (FNE) de Chile aprobó el jueves la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. En el comunicado de prensa, el regulador explicó que con otras grandes empresas de terceros como Electronic Arts, Epic Games, Ubisoft y otras, todavía había mucha competencia.
«A medida que otros reguladores responsables revisen los hechos, esperamos más aprobaciones como esta», dijo Lulu Cheng Meservey (se abre en una nueva pestaña), vicepresidenta ejecutiva de asuntos corporativos de Activision Blizzard.
El acuerdo, valorado en casi 69.000 millones de dólares, tiene aún un largo camino por recorrer antes de que pueda concretarse. Chile se une a un puñado de países que también han aprobado el acuerdo, entre ellos Brasil, Arabia Saudí y Serbia. Microsoft aún necesita la autorización de numerosos países y muchos organismos reguladores se encuentran en las fases finales del examen de la operación, entre ellos la Comisión Europea y la CMA del Reino Unido. Microsoft también ha sido cuestionada en Estados Unidos por la FTC, que trata de bloquear la operación.
Esta decisión ha provocado la condena de grupos sindicales como Communication Workers of America (CWA) y AFL-CIO, que han pedido que se mantenga el acuerdo a medida que se sindicalizan cada vez más estudios de Activision Blizzard. El CWA también está supervisando la sindicalización de más de 300 trabajadores de Bethesda Softworks, y se ha confirmado que Microsoft se mantendrá neutral durante el proceso.
Las aprobaciones adicionales son buenas para que Microsoft añada presión y precedentes, pero en última instancia, Chile no es un país muy grande y este acuerdo aún tiene camino por recorrer.
Lo más interesante aquí es el comentario de Meservey, que parece indicar que son inminentes algunas decisiones regulatorias más. Si ese es el caso, y la Comisión Europea, la CMA, u otros aprueban, se suma a la determinación de Microsoft, y la compañía definitivamente luchará (y casi seguro que ganará) contra la FTC en los tribunales, siempre y cuando la FTC sea la única oposición importante.