28 abril, 2024

Ufouria The Saga 2: Sencillo y cuqui

El plataformas Uforia The Saga llegó a NES en 1991 como un intento por parte de Sunsoft de crear un grupo de personajes a los que usar como mascotas de la compañía. Hebe el pingüino, una chica disfrazada de gato conocida como Oh-Chan, el fantasma con gafas de sol llamado Sukezaemon y un esturión verde a los que sus padres bautizaron como Jennifer. A lo largo de los años han aparecido en juegos de todo tipo, puzles, lucha… pero nunca más protagonizaron un título de plataformas como el original. Hasta hoy.

Ufouria The Saga 2 Gameplay

Pues no me suenan

Ufouria The Saga se ha convertido con los años, y gracias a la emulación, en un juego de culto a nivel mundial. Es uno de esos cartuchos que siempre aparece en las listas de joyas ocultas de la NES. Un juego a reivindicar por las cuentas retro de Twitter como la de este señor o el tipejo este. En Japón tuvo una recepción que le permitió a Sunsoft seguir estirando los personajes, pero en occidente lo tratamos de pena.

Para empezar en Estados Unidos no llegó a ver la luz. Para continuar en Europa se tradujo el juego siguiendo la fascinante costumbre de la época de joderlo todo porque sí. Así nuestro pingüino protagonista pasó a ser un muñeco de nieve llamado Bop-Louie y sus amigos cambiaron sus nombres por otros menos orientales. De forma que los siguientes juegos de la serie o no salieron por estos lares o no tuvieron repercusión entre el público occidental.

A esto hay que sumarle que Ufouria The Saga apareció el mismo año en el que Sonic arrasó e hizo que todas las mascotas fuesen tipos molones con actitud de chulo y zapatillas de deporte, con lo que nuestros protagonistas pasaron a ser infantiles. El hecho de que fuese un juego relajado y facilón, siguiendo la estela de los Kirby, tampoco ayudó a vender fuera del país Nipón.

Avance rápido hasta 2024

Sunsoft por fin lanza Ufouria The Saga 2, con un aspecto gráfico renovado y una jugabilidad algo cambiada, pero fiel a los principios del juego original. Sí, vuelve a ser un juego muy fácil. Si esperas un reto demoledor que te haga perder los nervios o flipar a tus seguidores de Twitch con tu habilidad… este no es tu juego.

El diseño visual de Ufouria: The Saga 2 es el de una mezcla de textiles, que recuerda a Yoshi’s Woolly World. Árboles de fieltro, cielos con textura de papel y ventanas de texto con cuentas Perler. Mires a donde mires el mundo de Hebe y sus amigos es cuqui, con tonos pastel y aspecto infantil. ¿He dicho infantil? Sí… bueno… posiblemente el único fallo de este juego es precisamente que rebosa inocencia por todas partes.

Juego sencillo

Soy el primero que se apunta a un juego fácil y tierno similar a los Kirby. Están muy bien para pasar una tarde relajada o para bajar el suflé tras un souls, darle un respiro a la neurona, que ya está agobiada de tanto hacer parrys medidos al milímetro. Pero incluso en los juegos de la bola rosa hay objetos difíciles de alcanzar y aunque te los pases sin mucho problema, luego es complicado conseguir el 100%. Sencillos de superar pero complicados de completar con todo recogido, ahí está el secreto de estos juegos.

Sin embargo en Ufouria The Saga 2 no hay muchos momentos que te exijan concentrarte, si acaso algunos niveles verticales en los que puedes no alcanzar una plataforma y caer hasta el principio de la fase. Los objetos escondidos están a simple vista una vez que adquiere la habilidad para conseguirlos y las batallas contra jefes finales son casi la misma. Si eres torpe (yo soy) y estás a punto de morir tus amigos encuentran un corazón, incluso en mitad de un boss. Es todo… demasiado permisivo. Es un juego delicioso y fácil, pero a veces lo es demasiado.

Metroidvania, o algo así

Lo que más ha cambiado respecto al Ufouria original es la estructura del mapa. Sigue siendo un metroidvania, vale, pero a la vez no lo es. No encuentras habilidades para desbloquear caminos. Bueno sí… pero no. En Ufouria The Saga 2 avanzas hasta toparte con un jefe final, lo vences y, en lugar de tener una nueva habilidad sin más, vuelves al principio del juego. Ahí tenemos una máquina expendedora que tiene la nueva habilidad, o el ítem que exige uno de tus compañeros para empezar a ayudarte.

Para comprarlo necesitamos tener un número de latas, que están escondidas por todo el mapa, así que toca volver a recorrer los diferentes niveles para conseguirlas, volver al hub central (otra vez) y comprar la habilidad. Esto se hace raro y no funciona excesivamente bien, ya que las primeras áreas acaban muy sobadas. Para arreglar esto existen algunos tramos que cambian procedimentalmente en cada visita, pero sigue siendo un coñazo tener que pasar tantas veces por los mismos sitios en busca de las latas.

En cuanto a las habilidades, cada uno de los cuatro amigos tiene la suya y la aventura nos obliga a ir cambiando de uno a otro en mitad de la partida. Por ejemplo Jennifer el pez bucea, Hebe puede escalar, Sukezaemon flota para alcanzar plataformas lejanas y Oh-Chan nada. Nada de nadar, que no es poco.

Conclusión

Treinta y tres años ha tardado en llegar la segunda parte de Ufouria The Saga, una auténtica eternidad en este mundillo. Es un juego delicioso y amable con el jugador, lleno de humor blanco y muy japonés. Pese a sus evidentes problemas es un juego super disfrutable, tanto si tienes más años que un bosque pero corazón de niño, como si lo quieres jugar acompañado por tu descendencia.

Resumen 2: Ufouria The Saga es un juego que peca de infantil, pero a mis cuarenta y cuatro años me ha encantado.

Te gustará si:

  • Jugaste al original.
  • Buscas un juego que no requiera mucho esfuerzo.
  • Quieres un juego que disfrutar con tus hijos.

No es para ti si:

  • Necesitas una bola de dificultad y maldad para gozar jugando.
  • Estás en esa edad en la que te crees demasiado mayor para gozar de Peppa Pig (entre los 15 y los 25).

Hemos recorrido este mundo hecho con lana y cartón gracias al código de análisis enviado por Red Art Games a través de Keymailer.co.

By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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