Con gráficos pixelados, toneladas de acción y un protagonista inspirado en Ron Swanson, Mustache in Hell llegó a Steam hace unos años. Sin hacer ruido y sin una campaña promocional millonaria consiguió hacerse un nombre entre los jugadores indie, lo que le ha valido el salto a consolas que da este 2024. Veamos qué podemos esperar de él.
¿No sabes quién es Ron Swanson? ¿Cómo puedes ser un fan de The Office y no conocer Park and Recreations? ¿Que no te gusta The Office? Por favor, acompáñeme a la salida.
Mustache in Hell cuesta cinco malditos euros en la tienda oficial de Xbox y tan sólo cuatro en Steam. He visto botellines de cerveza más caros que este twin stick shooter. Lo que ofrece a cambio de tan módico precio es un juego de disparos twin stick, o lo que es lo mismo: con un mando te mueves y con el otro disparas. Las armas secundarias corren a cargo del gatillo derecho, mientras que el izquierdo queda para el movimiento de esquiva.
Nuestro buen amigo John Mustache se despierta en el inframundo, descubriendo que la muerte lo tiene en el punto de mira. Pero le ofrece un trato que implica matar un montón de demonios a cambio de su vida. Adentrarse en las distintas salas de la muerte con el fin de recuperar cinco cubos es su única salida así que… vamos a ello.
El juego se desarrolla en una serie de laberintos oscuros, lleno de pasillos que nos llevan de una arena de combate a otra. Los objetivos de la sala van desde matarlo todo hasta masacrar a un solo grupo de enemigos mientras otros aparecen infinitamente para impedirlo. Tras varias salas llegamos al final del nivel y llegará el momento del jefe, lo que la mayoría de las veces se reduce a tener que arrojarles suficiente plomo, hasta que su barra de salud indique cero.
Sin demasiada complicación vamos avanzando entre fases, mientras la cosa se pone más exótica y difícil gracias a nuevos tipos de enemigos o la inclusión de trampas en mitad del tiroteo. En general la dificultad va escalando peldaño a peldaño hasta el último nivel, en el que la cosa se desmadra un poco dando lugar a algún quebradero de cabeza.
Mustache in Hell se hace corto, aunque su estilo de juego y la historia que sólo sirve de excusa permiten la rejugabilidad. Es bonito, el estilo retro siempre es bienvenido y, maldita sea, nadie da más por tan poco dinero. Sirve como entretenimiento corto y placentero entre dos juegos grandes.
Te gustará si:
- Tienes cinco euros sueltos.
- Disparar sin pensar es lo que te apetece hoy.
No es para ti si:
- Sólo te gustan los juegos trascendentales con una narrativa profunda que golpea tu ser de arriba a abajo, cambiando tu forma de ser y de pensar. Vamos, que eres un intensito de manual.
Hemos disfrutado de Mustache in Hell en una Xbox Series X gracias al código de prensa enviado por QUByte.