Hay un estudio de desarrollo llamado Tequila Works que pone un trozo de su alma en cada cosa que hacen. Menos mal que les sobra corazón, alma y ganas de darnos cositas buenas. Ahora se han atrevido con Song of Nunu. Una historia que se basa en el universo de League of Legends, con licencia oficial de Riot Games, y que agranda el mito del estudio.
Cuando llegaron las primeras noticias sobre la expansión de la franquicia League of Legends en diversos géneros, las aventuras se pusieron entre nuestras preferidas. Pero antes de este Song of Nunu hemos visto también hasta el salto a Netflix con Arcane, que ha sido todo un fenómeno por su calidad.
El nivel que exige Riot para sus productos parece ser muy elevado. De ahí que la tarea haya debido ser todo un reto para Tequila. Aunque tengan en su haber títulos como Rime. Este debió ser la carta de presentación, junto a su ahora renovada aventura y primero en Google Stadia, GYLT. Eso sí, nuestro favorito de la casa durante años ha sido Deadlight… quizá por cómo nos lo presentaron en un evento de desarrolladores en San Francisco, hace ya muchos años.
A quién no va a gustarle un Song of Nunu de Tequila Works…
Volvamos a Song of Nunu, que de primeras parece beber de títulos míticos como ICO, Kameo, Brothers: A Tale of Two Sons y cualquier otro que nos plantee una experiencia donde varios personajes hacen lo que mejor saben. Es decir, cada uno con sus habilidades puestas al servicio de conseguir un objetivo. Pero siempre con un mundo que abruma por sus posibilidades y la sensación de que somos parte del viaje.
El escenario elegido es la congelada región de Freldjord. Con un pequeño Nunu que se lleva buena parte del protagonismo. Controlamos al personaje, pero en Tequila han conseguido que sea algo más, la voz cantante. Quien cuenta incluso sin palabras lo que pasa, aunque también tengamos a Willump para las tareas más duras. Es la típica situación en que los perfiles están muy definidos, entre la habilidad y la fuerza que consiguen empezar por lo pequeño y crecer hasta lo épico.
Como motivación para emprender el viaje tenemos una madre enferma a la que solo el objetivo de la aventura es capaz de curar. No nos hace falta más. El resto son movimientos más que familiares como saltar, escalar, ayudarse uno a otro y superar obstáculos que se complican más o menos. Aquí, la música hace acto de presencia con una flauta, Sonatara, que Nunu es capaz de liberar en forma de magia. Sus notas se combinan con mecanismos cada vez más complejos, conforme la aventura nos pide usarlos.
Las melodías, por sencillas que sean, dan forma a una experiencia diferente. No es el clásico Loom de cuando LucasArts molaba, aquí no necesitamos una libreta para apuntar combinaciones. Pero, como con la ocarina de Link, las canciones son capaces de mover un mundo que no defrauda.
Quien haya jugado a Rime notará el sello de Tequila. Aunque en Song of Nunu todo rezuma League of Legends. Porque las texturas dibujadas a mano con colores y trazos lavados son marca de la casa. Tienen un estilo que, cuando el mundo se ve con una cámara más lejana, no deja lugar a dudas. Mientras que, en los momentos cercanos, los abrazos entre protagonistas y las batallas de bolas de nieve ponen el toque más personal.
Técnicamente, no estamos ante una producción que sirva para vender consolas o tarjetas gráficas. Incluso las mecánicas tienden a ser forzadas en algunos momentos. Porque no es un Assassin’s Creed en el que todo fluya como al juego le da la gana. Aquí, para saltar a un saliente igual cuesta más de lo ideal, porque hay que colocarse en el sitio idóneo. Pero el juego no cae en la trampa de hacer cada precipicio una trampa mortal. Es amable en este sentido, como si quisiera llegar a un rango de edades muy amplio.
Cada nueva zona está bien definida y no da la sensación de estar en un mundo helado todo el tiempo. Aunque así sea, con los lugares que encontramos llegan también mecánicas nuevas y giros que ayudan a seguir adelante. Con esa magia propia de Tequila que siempre deja con ganas de volver, ya sea porque se nos ha atragantado un puzle, algunos enemigos o el maldito reloj que nos impide acabarnos los juegos de una sentada.
En cuanto a lo que va más allá de un juego de plataformas, también se han tomado la molestia de confeccionar un extenso glosario donde aprender más sobre cada habitante, lugar y objeto de Song of Nunu. Todo un regalo que amplía, aún más, una de las franquicias más potentes a nivel mundial y de la que hace diez años no esperábamos que fuera a convertirse en algo tan grande.
Te gustará si…
- Eres fan de Tequila, League of Legends o de las aventuras molonas
- Sientes que Microsoft debería recuperar Kameo
- A veces escuchas «follow me» sin saber de dónde viene
Igual no te gusta si…
- No tienes corazón