Análisis de Laika Aged Through Blood: Acelera y dispara

Los madrileños Brainwash Gang llevan ya unos cuantos años lanzando joyitas estética y narrativamente oscuras que esconden la mala leche de sus historias tras unos protagonistas que no son sino animales antropomórficos. Laika Aged Through Blood nos pone en el peludo pellejo de una coyote motorista. Y es que las vivencias de una madre coraje que pertenece a un pueblo oprimido por unas fuerzas de ocupación genocidas entran mejor si se cuentan con furros.

Laika es dura

La protagonista es dura como clavo de ataúd, como toques a su hija, Puppy, te volará la cabeza sin pestañear y sin bajarse de su moto. El mundo apocalíptico en el que vive la ha hecho así. El hecho de ser la responsable de abastecer a su pueblo, por ser la única que puede salir a recorrer el yermo, no ayuda a que su carácter sea más dulce. Además su madre siempre está dispuesta a echarle algo en cara a través del walkie talkie.

La vida es despiadada con Laika, la historia que se cuenta a través de la partida es dura y es triste, aunque a veces tiene atisbos de esperanza y momentos para el humor. Todo empieza con un niño de nuestra aldea que ha sido destripado y exhibido como trofeo por parte de los pájaros, los villanos de la historia. Desde Brainwash Gang nunca nos han contado historias dulces y no van a empezar ahora.

La jugabilidad va acorde con la narrativa: hasta el más mínimo error te costará la vida. Aunque, por suerte, los checkpoints son más amables y se dejarán ver muy a menudo. Pero vaya por delante que Laika Aged Through Blood es un juego cabrón en muchos sentidos. Aunque a la vez es una de las mejores experiencias jugables de este año. Difícil pero gratificante. Muy gratificante.

Motorvania

Los autores de Laika se han inventado un nuevo término: motorvania. No quieren decir que vayamos a ver a Lemmy Kilmister recorriendo el castillo de Drácula (apuntar idea). Aquí la cosa va de recorrer un intrincado mapa que se va abriendo según adquiramos nuevas habilidades, pero esta vez sobre dos ruedas. No es tan simple como ir de una mazmorra a otra encima de un vehículo, los saltos y volteretas forman parte de la ecuación. La acción y los escenarios están pensados para sacar provecho de la moto, obligándonos constantemente a hacer acrobacias con ella.

Contamos con armas que tienen una munición ilimitada, pero para recargarlas tendremos que hacer un giro hacia atrás en el aire. También tendremos un parry que se ejecuta cambiando de sentido cuando un proyectil enemigo está apunto de alcanzarte. Pero sólo lo podrás hacer una vez, antes de que Laika pueda repetirlo tendrá que dar una voltereta hacia adelante.

Contamos con un escudo que nunca se romperá y es la moto, si la interponemos entre Laika y la bala podremos librar una muerte segura. Porque siguiendo la tradición de juegos como Hotline Miami o Ghostrunner 2 tanto enemigos como protagonista mueren al primer golpe. Suena complicado y lo es, por suerte al dejar pulsado el botón de disparo entraremos en un tiempo bala casi ilimitado que nos permite apuntar y seguir con nuestras acrobacias a cámara lenta.

Abrir el mapa

Esa es la parte de motor de motorvania, pero ¿qué hay de metroidvania en Laika? Pues sí, el mapa se abre según vayamos avanzando y se vuelve enorme según pasan las horas. También se nos invita a volver a visitar zonas ya superadas gracias a los encargos que nos hacen los aldeanos. Seguramente encontremos cosas que no vimos en la primera pasada. Y al principio encontramos una escopeta cuyo retroceso actúa como un doble salto que nos permite alcanzar nuevas zonas.

Pero lo normal en Laika Aged Through Blood es que abramos el mapa sin usar nuevos objetos y habilidades. De hecho tras la escopeta pasaremos muchas horas sin encontrar algo parecido. Incluso las armas que podamos encontrar serán opcionales y conseguidas a través de misiones secundarias.

Esto lo convierte en un metroidvania fuera de lo común, algo que se agradece entre tanto, tantísimo, exponente independiente que recibimos cada mes. Es el género de moda entre los desarrolladores indie, como ya os lo comentamos en la entrada 15 Metroidvanias que están por llegar a PC y Xbox.

Tienes sus fallitos

Al finalizar el juego serás capaz de matar múltiples pájaros de un solo salto, disparar, girar para recargar, volver a disparar… A esto ayuda que has mejorado las armas y el tiempo de recarga pero sobre todo que llevas de quince a veinte horas haciéndolo. Aún así al principio es un auténtico dolor tener que repetir una o dos decenas de veces un pequeño tramo.

Cada bala te mata, cada roce de Laika con el escenario supone la muerte y muchas veces has salido indemne de un tiroteo peculiarmente difícil y al aterrizar… te resbalas y mueres. Vuelta a repetir. Laika es un juego difícil con una curva de aprendizaje que empieza en un punto muy alto. Y el enfrentamiento con cierto jefe que llega en los primeros compases de la aventura es un peldaño que no todos van a subir.

Pero merece la pena. La historia te atrapa, Laika se quedará para siempre en el corazón del jugador que consiga saltar esos escollos. Es un juego cabrón en su jugabilidad y su historia, ya lo he dicho antes e iba completamente en serio. Deberías acercarte a él, pero sabiendo que es una rosa con espinas.

Tienes que jugar a Laika Aged Through Blood:

• Si te gustan los metroidvania pero estás hasta las narices de que todos sean iguales.
• No tienes miedo a morir ni llorar, ni a que te tiren a la cara una historia cruda.
• Porque me ha costado mucho escribir tantas veces Through sin equivocarme.

Deberías jugar a cualquier otra cosa:

• Si no estás preparado para que taladren tu moral.
• No tienes paciencia con los juegos que te matan demasiadas veces, aunque sea de forma justa.