21 noviembre, 2024

Candyland: Sweet Survival es así de dulce

Análisis de Candyland Sweet Survival

Hay historias en las que alguien con pasión por los dulces hace feliz a los niños. Otras, en las que la moraleja se come todo, incluidos los protagonistas. Pero también nos encontramos con Candyland: Sweet Survival, que viene a poner el azúcar en su sitio. Es decir, que no todo lo que lleva un bonito envoltorio o tiene caramelos de colores tiene por qué ser un dulce.

Candyland: Sweet Survival empieza con la idea maravillosa de tener una fábrica de chocolate como destino inicial. Encima, está abandonada, por lo que solo se nos ocurren cosas buenas que hacer ahí. Como comer chocolate hasta que salga por las orejas, sin importar lo caducado que esté o quién lo haya chupado antes. Precisamente aquí, en el qué vino anteriormente, es donde está la gracia o desgracia. Porque las distintas estancias del edificio se las traen, con rompecabezas y seres que defienden su territorio, su dulce reino.

CANDYLAND: Sweet Survival - Official Trailer - Available on #Keymailer

El planteamiento del juego es tan válido como en cualquier otra historia que parte de algo parecido. Porque nos suena todo, desde el niño que se atreve a entrar en Candyland hasta los típicos momentos de peli de miedo. Geekon y Midnight Games han tomado algo de Roald Dahl, pero también de Pesadilla en Elm Street y un toquecito de Poe.

Lo que en un principio es una misión urgente para ver qué pasa con la fábrica de chocolate del abuelo se convierte en una lucha por recoger dulces y derrotar enemigos. Porque ha pasado algo ahí dentro y hace falta arreglarlo, total, las herencias no son siempre una cuenta bancaria llena de billetes.

El juego requiere algo de sigilo para atravesar las estancias, pues los habitantes de la fábrica pueden evitarse así en algunas ocasiones. Hay coberturas, sombras y recovecos en los que ocultarse mientras se descubre un diseño a modo de laberinto, muchas veces. Tampoco hay que preocuparse mucho por la inteligencia o insistencia de los enemigos, pues al rato dejan de buscarnos. De todas formas, solo hay que prestar atención a los recorridos y el ruido que hacen los habitantes del complejo. Con eso, la aventura ve reducido el nivel de acción.

En el momento de huir, una barra de energía se vacía al correr y saltar. Con lo que conviene tenerla en cuenta, sobre todo, en ciertas pruebas más exigentes. Estas se mezclan con lo que nos plantea la mente perversa que parece ser el enemigo principal. Con puzles que no encierran demasiada dificultad y sirven para conseguir nuevas llaves con las que seguir adelante. Precisamente, lo complicado viene por la libertad para explorar. Pues el juego obliga a investigar para encontrar todas las llaves. Hacernos un mapa en papel, a la antigua usanza, o tener una orientación y memoria excelentes son la mejor ayuda.

Mira, qué dulce... pues dispara y corre. De eso va Candyland: Sweet Survival.

La verdad es que hay momentos en los que se masca la tensión, por cómo está diseñado todo. No hay pistas obvias para saber por dónde ir a continuación. Pero al menos han puesto puntos de control y la opción de salvar en cualquier momento. No usar esta opción puede servir para elevar la dificultad, aunque más bien va de acumular o no estrés.

Aparte del sigilo, el combate también nos puede ahorrar algunos minutos. Con un arma de caramelos en la mano, los proyectiles sirven de balas. Estos congelan a los enemigos durante un ratito y nos permite salir por patas. Además, lanzar caramelos es parte de algunos puzles, pero no vamos a dar más pistas. El mecanismo, en general, es sencillo. Recogemos caramelos y los usamos de munición, aunque lo normal es que no haya enfrentamientos.

Lo que vemos es un escenario sin grandes excesos a nivel técnico, vamos, ninguno. Los diseños resultan muy genéricos y tampoco hay detalles que nos sorprendan. Podría ser un juego para un público infantil, pero intentan ser algo violento como para recomendarlo a niños pequeños. El caso es que igual sí, lo han hecho pensando en ellos, con los enemigos que parecen de chicle. Aunque tienen cierto aire amenazante y no parecen capaces de quitar las ganas de comer azúcar a nadie. El sonido tampoco es que se lleve un gran protagonismo, con una banda sonora que se queda a medias a la hora de añadir tensión, aunque lo intenta.

Como resumen, la historia de CANDYLAND: Sweet Survival nos mete en las cámaras desoladas de una antigua y célebre fábrica de chocolate. Tus pasos resonarán por los lúgubres pasillos mientras desentrañas los misterios que se esconden en lo más profundo de este lugar. El juego combina elementos de supervivencia, aventura y resolución de acertijos. Deberás explorar minuciosamente las enormes salas de la fábrica, resolviendo rompecabezas elaborados con juguetes siniestros y bloques gigantes. Además, tendrás que evadir a las malévolas entidades que acechan en las profundidades, utilizando el sigilo, sobre todo, para sobrevivir a su persecución.

No habíamos seguido este juego, pero para quien lo haya hecho, puede que resulte lo suficientemente intrigante y adictivo. Sin embargo, tampoco tiene una duración notable, salvo que te pierdas.

Te gustará si:

  • Las primeras impresiones te dan igual
  • Te gustan las aventuras con sigilo y puzles sencillos
  • Quieres llevarte una sobredosis de azúcar

No lo comas si:

  • Tienes alergia a los dulces
  • Solo te gustan los juegos de sigilo con puntos extra por asesinar con estilo

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By XboxManiac

XboxManiac es la comunidad de Xbox más veterana de España, con las máquinas de Microsoft en vena desde 2001.

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