Iris es una jovencita inteligente, peculiar e introvertida. Cualidades muy positivas pero que al unirse en la preadolescencia suelen dar como resultado poco espíritu de sociabilización. Lo que acarrea soledad escolar e incluso, en el caso de nuestra protagonista, acoso por parte de sus compañeros. Iris and the Giant comienza con la chiquilla que da nombre al juego a punto de saltar a la piscina desde el trampolín olímpico. Mientras sufre las burlas del resto de alumnos. Salta y, al llegar al agua, se zambulle en su imaginación. Fantasía que le lleva a combatir con el trasunto de sus miedos y anhelos, encarnados en seres de su amada mitología griega y un gigante como guardián.
Iris y su autor
El autor de Iris and the Giant es Louis Rigaud, un joven ilustrador francés que acostumbra a crear historias con enseñanzas sobre la vida para niños y adolescentes. Su producción se centra en historietas ilustradas y libros desplegables. Incluso se ha atrevido a dar vida a algún corto animado usando su delicado estilo pictórico. Esta vez se ha lanzado a crear un videojuego para hacer llegar esta fábula a su público.
Aunque no es la primera vez que programa un videojuego, sí que podemos decir que Iris and the Giant es su trabajo más grande. Para ellos contó con la ayuda de Goblinz Studios, una productora centrada en lanzar juegos independientes basados en diferentes formas de estrategia que ya nos ofreció hace poco el fantástico Legend of Keepers.
Iris y la estrategia
Dados los antecedentes de su autor directo, nos resulta muy curioso que Iris and the Giant funcione mejor como videojuego que como medio narrativo. Pero así es, resulta un juego tipo roguelite entretenido y que nos tendrá enganchados durante horas, repitiendo una y otra vez su fórmula de combate por turnos con cartas. Cada vez que juguemos una partida aprenderemos algo nuevo, llegaremos algo más lejos y descubriremos la manera de eliminar, saltar o rodear un escollo en el camino.
Cada vez que subamos a un nuevo piso del Hades griego o encontremos un camino alternativo ganaremos una habilidad que podremos usar en la nueva partida. Iris an the Giant funciona con el tan repetido esquema de morir para aprender y renacer más fuerte que usan títulos como Slay the Spire o Cavity Busters. En eso es un juego impecable que nos hará pasar horas y horas ayudando a Iris a enfrentarse a sus demonios.
La historia de Iris
El gran pero de Iris and the Giant es que pretende ser un juego narrativo, pero su historia acaba siendo lo menos importante para el jugador. El pasado de la niña se nos muestra a través de pequeños cortos animados que aparecen al llegar a determinadas fases del juego, siempre los mismos y idéntico lugar. Algo que, a causa de su repetición, hará que terminemos por saltar la parte de la historia cada vez que lleguemos.
No hay otros elementos que nos narren los dilemas de Iris de una forma igual de clara. No existen muchos elementos durante la partida que nos cuenten la historia de forma secundaria. Ahí está el gigante, que representa la distancia emocional que se ha generado con su padre. Algunos enemigos descargan pesar en nuestra baraja, porque Iris está triste. Pero son representaciones de elementos de la historia que podemos relacionar, no retazos de la narración.
Iris an the Giant tiene una parte jugable genial que nos puede atrapar durante horas. Y tiene un trasfondo, una fábula, que está ahí para transmitir unas enseñanzas importantes. Pero ambos mundos no se mezclan de forma tan satisfactoria como lo hace por ejemplo en Celeste. No es justo comparar la primera obra grande de un autor que tiene mucho que decir con un título tan impepinable como el de la canadiense Maddy Thorson, que tenía más experiencia a sus espaldas. Pero sabe a poco cómo se nos cuenta la historia de Iris teniendo en cuenta el bagaje narrativo que tiene Rigaud a sus espaldas.
Iris and the Giant…
…es un título entretenido que nos hará pasar horas sorprendiéndonos con la mala leche que puede tener su autor a la hora de crear obstáculos. La aventura de Iris está llena de secretos y sorpresas que iremos desvelando en cada nueva partida. Lo positivo de que la historia quede tan desligada de la acción es que nos permite disfrutar sin límite de un buen juego de estrategia.
Te gustará si:
- Buscas un roguelike de cartas y estrategia por turnos con el que pasar horas muriendo y volviendo a empezar.
- Quieres saber cómo se siente una joven víctima de acoso escolar o buscas una historia sensible entre padre e hija.
- Te dejas llevar por la imaginación.
No te gustará si:
- Buscas una jugabilidad que vaya de mano de la narración.
- La estrategia no es lo tuyo, mejor actuar que pensar y aún mejor descerrajar dos tiros en la cara antes que actuar de forma inteligente. Tómate una dosis de Prodeus cada tarde y en un mes hablamos.
Hemos recorrido las escaleras sin fin del Hades en Xbox Series X gracias un código de análisis proporcionado por su editora, Klabater.