Parece que fue hace muchos años, pero igual no. Da igual, el caso es que cuando jugamos a Gylt en esa plataforma de la que usted me habla (Google Stadia, señor presidente, Google Stadia…) la experiencia fue bastante agridulce. Era un título que venía de Tequila Works, esa desarrolladora afincada en Madrid con ideas increíbles y una ejecución gloriosa. Pero, claro, la nube no es como nos la vendían. Al menos, no en cuanto a compresión de las imágenes… el resto suele parecernos bien, sobre todo la IA y no tener que instalar los juegos. Ahora, en 2023, nos topamos con la edición para PS5, Xbox y PC que nos habría justado jugar en 2019.
La libertad para que Tequila saque su Gylt fuera de Stadia es una de esas noticias que nos encantan. Porque por fin permite acceder a zonas oscuras sin sentir malestar por los artefactos de la imagen. Encima, la resolución ha pegado un buen subidón, sobre todo en PC actuales. En cuanto a los tiempos de carga, estos son cortos y solo dependen de la inversión en el hardware. Vamos, que las quejas pasan de ser por la parte técnica a la artística. Unas que son mínimas, pues la cosa va más de gustos que por criticar el talento. Uno que no baja un milímetro en la escala a la que sometemos a estos genios de Tequila Works y Parallel Circles Limited.
En la historia de la compañía responsable vemos Deadlight, RiME o The Sexy Brutale. Un trío en el que no encontramos similitudes, más allá de la valentía a la hora de defender la originalidad. En Gylt nos enfrentamos a miedos infantiles y juveniles que a muchas personas pueden marcar para toda la vida. Al principio, puede parecer una historia típica de las películas de aventuras de los 80 y 90. Donde los protagonistas saltaban de la niñez por un hecho traumático. Es algo así, con una trama y sensaciones que se elaboran a lo largo de un juego que mezcla acción, sigilo y algunas mecánicas ya conocidas.
La linterna y sus pilas son parte fundamental de este título. Porque ayuda a evitar enemigos, además de dar acceso a algunas zonas. La luz juega un papel muy importante en Gylt y el cambio desde la nube de Stadia a una plataforma local consigue que la experiencia sea muy superior ahora. Para quien consiguiera acabarse el juego en la nube, volver a jugarlo se hace muy recomendable ahora, en buenas condiciones.
Sin ser un juego de acción en el que eliminar enemigos a golpes, no faltan momentos de tensión provocados por unos combates ligeros, digamos. Ocultarse es más importante, a la espera de aprender hábitos de quien esté delante o averiguar qué hay a mano. La ambientación, con una presentación excelente, consigue que nos sintamos protagonistas de una aventura un tanto clásica. Incluso con objetos idóneos para acabar con ciertos peligros, en lugar de la linterna. Aunque con un control directo, sencillo, pero alejado de los clásicos de puntero y ratón.
Aparte de los gráficos, con texturas y modelos de tipo dibujo animado en 3D, nos encontramos con un sonido y una banda sonora imprescindibles. Cris Velasco es uno de los responsables de este apartado y su aportación consigue elevar el conjunto con un estilo a lo Sillent Hill muy apropiado.
Las referencias, con la obra de Konami y otros más recientes como Alan Wake pasan a ser meros homenajes. Porque Gylt es original en su historia, mientras comparte mecánicas con otros juegos. Tiene momentos terroríficos y un mensaje que merece ser entendido y asimilado. Sin llegar a un acabado de gran producción, nos enamora por cómo está hecho. Porque no exhibe lo último en efectos gráficos o una cámara que innove. Precisamente, los ángulos de visión podrían trabajarse más, pero es algo que se puede aplicar también a los títulos más conocidos. No es un Resident Evil con cámara fija en el que los sustos estén encorsetados. Tampoco es un Sillent Hill en el que la niebla se vuelva protagonista. Este juego de Tequila Works tiene su propia fórmula, sin innovar, pero con jefes finales y mucho que investigar. Además, deja muy claro cuál es el objetivo principal y qué debemos hacer para avanzar.
¿Qué podría cambiar? Que se ofreciera la opción de hacer más difíciles los enfrentamientos o que el tiempo apremiara. Quizá con un modo que se desbloquee al acabar la aventura. Pero esto cambiaría una experiencia que es asequible para cualquiera. Eso sí, por el tema que trata y ciertas situaciones, no es un juego para niños, ni mucho menos. Es solo que sus responsables han querido facilitar un poco las cosas para que quien lo juegue llegue al final y saque sus conclusiones, independientemente de los caminos que elija.
Te gustará si…
- Te van las aventuras
- Un poco de miedo te viene bien para mejorar la circulación sanguínea
- Te van las historias tipo Cuenta conmigo, Goonies, It y… lo que viene después de ellas
- La música te parece algo vital en los juegos de terror
No te gustaría tanto si…
- Prefieres dar mamporros antes que esconderte hasta el momento idóneo
- Te asusta asustarte
- Encuentras algún fallo en la cámara y no paras de hablar de ello hasta que echan del bar de Ché