Tras Contra Operation Galuga y el excelente Iron Meat, ¿necesitamos otro juego basado en la franquicia de Konami? La respuesta es mil veces sí. En la modesta opinión de este que escribe nunca tendremos suficientes juegos indies que homenajean de forma más o menos velada a los clásicos arcades del siglo pasado. De modo que no puedo recibir Gundroid de otra forma que con los brazos abiertos y el mando bien cargado.
¿Qué es Gundroid?
La obra de Kitogoru Games no es otra cosa que un remake no oficial de Contra III: The Alien Wars de Súper Nintendo, o más concretamente de Super Probotector, la versión con robots que recibimos en la parte occidental del mundo. Así que aquí tenemos un run and gun vertiginoso lleno de chatarra robótica a la que destruir y un protagonista que se asemeja a los personajes metálicos diseñados por Masamune Shirow. Tanto como para rozar la denuncia por copyright, pero esto ya sucedía en los juegos de Konami así que no creo que el autor de Gundroid tenga ningún problema.
¿Qué nos vamos a encontrar?
Gundroid es un juego indie que respira amor al retro por los cuatro costados, desde su apartado gráfico completamente pixelado a su banda sonora metalera que acompaña perfectamente la acción. Acción que también mira al pasado con su dificultad propia de la franquicia Probotector. Muertes al primer roce, vidas que vuelan en pocos minutos y checkpoints muy alejados entre sí hacen de este pequeño indie una gozada para los más hábiles del lugar y un sufrimiento constante para el resto de mortales.
Por suerte en Gundroid dispondremos de un modo consola que mitiga un poco la altísima dificultad gracias a poder empezar en la misión que escojamos, siempre que la hayamos alcanzado en alguna partida anterior.

En resumen
Esto y nada más, tampoco nada menos, es lo que nos ofrece esta pequeña joya del retro disponible en Steam por menos de 12 euros. Si algo se le puede echar en cara es que los jefes carecen de la espectacularidad de la saga Contra y que algunas animaciones poco trabajadas delatan el origen independiente del producto. Detalles menores que se pasan por alto para poder disfrutar de una jugabilidad a prueba de bombas.
Te gustará si tienes más años que un bosque y/o adoras los arcades de los años ochenta y noventa.
No es para ti si corres llorando a la enfermería con el primer raspón en la rodilla.