Toree Saturn es un título que captura con precisión la esencia de los plataformas 3D de finales de los 90 y principios de los 2000, pero con un toque fresco y moderno que lo hace sentir actual sin perder su encanto retro. La jugabilidad es sencilla de entender: correr, saltar y planear para alcanzar los objetivos en cada nivel.
A primera vista, parece una propuesta accesible y directa, pero no hay que dejarse engañar por su aparente simpleza. Dominar el control del protagonista emplumado para clavar saltos milimétricos, aprovechar la inercia de cada movimiento y conseguir los mejores tiempos se convierte rápidamente en un desafío adictivo. Es, en cierto modo, el Sonic que nunca llegó a existir en la Saturn de SEGA, pero con personalidad propia.
Uno de sus puntos más fuertes es el diseño visual. El juego luce como una evolución natural de los gráficos de la era de Saturn: texturas de baja resolución pero llenas de color, modelados simples pero carismáticos, y una dirección artística que rebosa identidad. Esa estética, lejos de sentirse limitada, transmite una calidez nostálgica que te transporta directamente a la época.
Los niveles, variados y bien diferenciados, están llenos de pequeños detalles que invitan a explorarlos más de una vez, desde rutas alternativas hasta secretos ingeniosamente escondidos. La banda sonora acompaña esta experiencia con melodías alegres y pegajosas, claramente inspiradas en las producciones musicales de finales de los 90, aportando el ritmo perfecto a cada salto y planeo.

En lo jugable, Toree Saturn brilla por su fluidez y precisión. Cada salto, giro o planeo se siente responsivo, lo que da una sensación de control absoluto sobre el personaje. La ausencia del botón de carrera constante, algo que lastraba la jugabilidad en anteriores entregas, simplifica la experiencia y ayuda a centrarse en el ritmo frenético de la acción, favoreciendo partidas rápidas pero intensas.
Aunque su campaña principal pueda completarse en poco tiempo, la verdadera magia reside en su alta rejugabilidad. Entre los modos contrarreloj, la búsqueda de secretos y un modo historia que intercala breves pero simpáticas escenas, siempre hay un motivo para volver y tratar de mejorar una marca o encontrar lo que quedó pendiente.

En resumen: con un encanto visual único y una jugabilidad tan pulida como adictiva, Toree Saturn es una pequeña joya de bajo costo que demuestra que no hacen falta superproducciones para ofrecer una experiencia sobresaliente. Un homenaje sincero a una era dorada, pero con la chispa suficiente para brillar con luz propia en la actualidad.
Es para ti si si eres fan de los plataformas 3D de la vieja escuela y buscas un juego que ofrezca diversión inmediata.