Nos enfrentamos a una confesión que no deja indiferente. El máximo responsable de Ubisoft, Yves Guillemot, reconoce el fracaso de Star Wars Outlaws, que no cumplió las expectativas de ventas. Lo dice sin rodeos: fue un lanzamiento fallido. Y aunque el juego mejoró tras su estreno, muchos ya habían girado la vista hacia otro lado. El entusiasmo por la saga ya no es el mismo, y eso se refleja en cada producto que lleva el sello galáctico, según se desprende de los comentarios ante accionistas y analistas. Lo cierto es que resulta muy difícil defender el rumbo de Star Wars bajo el paraguas de Disney, salvo excepciones tipo Andor… que también requieren un esfuerzo por parte del espectador.
Guillemot señala dos causas principales. Por un lado, el desgaste de la marca Star Wars. Es cierto que en los últimos años hemos visto lanzamientos tibios como The Acolyte, cancelada tras apenas dos meses de emisión. Este tipo de tropiezos debilita la confianza del público. Por otro lado, reconoce que el juego llegó incompleto. Hubo errores. Fallos técnicos. Elementos sin pulir. Aunque se corrigieron con rapidez, el daño ya estaba hecho. El mercado no espera. Y tú, como jugador exigente, tampoco.
Star Wars Outlaws prometía una experiencia vibrante en un universo criminal dentro de la franquicia. Pero no bastó. La conexión emocional que antes teníamos con Star Wars parece diluirse con cada entrega que no cumple. ¿Es justo culpar solo a la marca? No del todo. Ubisoft también falló en medir los tiempos. Lanzar un producto cuando el entorno mediático es adverso conlleva riesgos, y en este caso, el fracaso de Star Wars fue una consecuencia compartida.
El CEO también abordó otro punto sensible: la vida útil de los videojuegos. Respondió a la iniciativa Stop Killing Games, que denuncia la retirada temprana de títulos online. Guillemot lo dejó claro. Ningún juego puede sostenerse indefinidamente. Es un servicio, no un monumento. Tú lo sabes bien. Hemos visto juegos cerrados, servidores apagados, comunidades disueltas. La industria evoluciona, y las empresas, dice él, hacen lo que pueden. Pero ¿es suficiente?
Ubisoft plantea lanzar una versión revisada de Star Wars Outlaws en Nintendo Switch 2. ¿Segunda oportunidad? Tal vez. Pero tú decidirás si confías de nuevo. Lo que sí nos queda es una reflexión sobre el estado del videojuego como medio: volátil, dependiente, profundamente ligado a expectativas que no siempre se cumplen.
Al final, el fracaso de Star Wars no es solo el tropiezo de un juego. Es un síntoma. De sobreexplotación. De decisiones apresuradas. De falta de sintonía entre marcas y audiencias. Si tú, como jugador, empiezas a desconectar, es porque algo ya no resuena como antes. Y ahí está el verdadero reto. Recuperar la magia. Antes de que desaparezca por completo.