El catálogo de Amazon Prime Video incorpora una nueva pieza que conecta cine, memoria y cultura digital. Se trata de Tribute, Los videojuegos que me marcaron. El documental dirigido y narrado por Nacho Vigalondo, que ya está disponible en España y otros países europeos. La producción, con una duración de 37 minutos, propone un recorrido íntimo por los títulos que influyeron en la vida del cineasta. Desde los primeros años frente a una pantalla hasta su consolidación como autor, el relato se construye como un homenaje emocional a una generación que creció entre píxeles, mandos y recreativas.
La propuesta se aleja del enfoque técnico o cronológico. No busca repasar la historia del videojuego ni analizar sus mecánicas. En cambio, ofrece una mirada personal que vincula experiencias vitales con momentos de juego. Vigalondo utiliza fragmentos de gameplay, entrevistas, revistas en papel y otro material de archivo para trazar una línea entre su biografía y la evolución del medio. El resultado es un relato confesional, no del todo lineal, que pone en valor el videojuego como herramienta narrativa, como espacio de descubrimiento y como detonante creativo.

El documental incluye referencias a títulos emblemáticos como Destroyer, Army Moves o Monkey Island. No se trata de una lista de éxitos, sino de una selección emocional. Cada juego aparece como una pieza clave en la construcción de una sensibilidad artística. Vigalondo reflexiona sobre cómo ciertas mecánicas, atmósferas o decisiones de diseño influyeron en su forma de entender el suspense, el ritmo o la interacción con el espectador. El vínculo entre videojuego y cine se presenta como natural, casi inevitable.
Tribute, como se ha bautizado esta producción en materiales promocionales, también incorpora guiños a la escena española de los años ochenta y noventa. Aparecen protagonistas del desarrollo y producción como Pablo Ruiz de Dinamic o Paco Pastor de Erbe, con títulos desarrollados en nuestro país, referencias a microordenadores como el ZX Spectrum y evocaciones de los salones recreativos. La nostalgia no se impone como recurso estético, sino como contexto generacional. El documental conecta con quienes vivieron esa época y con quienes buscan comprender cómo el videojuego se convirtió en un fenómeno cultural global.
Amazon Prime Video refuerza con este estreno su apuesta por contenidos que exploran la cultura digital desde perspectivas personales. En los últimos años, la plataforma ha incorporado documentales sobre desarrolladores, comunidades de jugadores y fenómenos virales. La diferencia aquí radica en el enfoque de autor. Vigalondo no pretende explicar el videojuego, sino compartir cómo lo vivió. Esa honestidad convierte el documental en una pieza singular dentro del panorama audiovisual actual.
La producción para Amazon Studios está a cargo de Sayaka Producciones, Lady Brava y Havas Play. Mantiene una estética sobria, centrada en la narración y en los materiales originales. No hay recreaciones excesivas y los efectos son raros hasta el nivel de descolocar al espectador. La fuerza del relato reside en la voz del autor y en la conexión emocional que establece con cada título. Tribute no busca convencer ni enseñar. Invita a recordar, a reconocer y a valorar el videojuego como parte de nuestra historia cultural. Con detalles de primera mano, muy pocos, pero que pueden sorprender a nuevos y hasta a algunos veteranos del mundillo.