Cuando se habla de una próxima Xbox, solemos referirnos a la revisión que se filtró hace más de un año sobre una Xbox Series X sin unidad lectora de Blu-Ray. Pues bien, parece que ya se han tomado decisiones sobre una nueva generación de Xbox y esta podría llegar después de una hipotética PlayStation 6. Un movimiento que nos resultaría, frente a la situación actual de ventas, al menos sorprendente.
En un podcast reciente, Moore’s Law is Dead comentaba algunos interesantes sucesos entre bastidores que sugieren que la consola next-gen de Microsoft podría haber entrado en fase de diseño hace poco. Hasta el mes pasado, Microsoft no había firmado ningún contrato de próxima generación con AMD, a diferencia de Sony, que firmó múltiples contratos tras la PS5. Al parecer, esto es normal para Microsoft en cada generación, ya que la compañía anda de tiendas en tiendas en un intento de conseguir que AMD baje sus precios.
Esta vez, sin embargo, Microsoft parecía ir más en serio a la hora de buscar el silicio para la próxima generación de Xbox, ya que la empresa no había hablado con AMD hasta hace muy poco. Al enterarse de esto, Intel empezó a pujar para producir el silicio de la consola, aparentemente ofreciendo precios extremadamente bajos y toda la capacidad de sus fábricas, frente a las de TSMC y Samsung. Intel vio en esta apertura una gran oportunidad para salvar Arc y sus fábricas al mismo tiempo.
Aunque Microsoft aún no parece haber firmado un contrato con nadie para su próxima Xbox de nueva generación, Moore’s Law is Dead cree que es probable que la compañía vuelva a apostar por AMD. Sin embargo, las cosas parecen ir por detrás de Sony y su PlayStation 6, ya que debido a este retraso, la consola podría haber entrado en fase de diseño hace poco. Esto podría hacer que Microsoft lanzara la consola más tarde que el sistema next-gen de Sony o apresurara su lanzamiento para lanzarla junto con la competencia. Al mismo tiempo, la tecnología ofrecida a Microsoft sería más avanzada que la de Sony, aunque podrían rechazarla y quedarse con algo anterior, claro.
Aunque aparentemente se dejó la puerta abierta a la próxima Xbox, en realidad no habría tenido mucho sentido que la nueva generación de Xbox estuviera impulsada por el silicio de Intel. Ya que habría causado más de un problema para los lanzamientos multiplataforma. Por ahora, sin embargo, no hay nada realmente confirmado, así que debemos tomarnos todo con cautela hasta que la consola se anuncie oficialmente y se detallen sus especificaciones.
Una cosa que también está en el aire es si la siguiente generación de PlayStation y Xbox usará la arquitectura x86 como hemos visto desde PlayStation 4 y Xbox One. El salto a ARM o RISC-V podría ir de la mano de AMD, que parece más fiable como encargada del alma de las próximas consolas, frente a la experiencia pasada con Intel y NVIDIA. Las posibilidades que ofrecen otras arquitecturas en cuanto a consumo y precio son más que importantes de cara a diseñar nuevos productos.