Después de llevar tan solo un par de días circulando por ahí, ya se ha encontrado el primer Easter Egg en Far Cry Primal.
Far Cry Primal lleva a los jugadores al año 10.000 antes de Cristo, bastante anterior a la era a la que los fans de la saga están acostumbrados. Por tanto, parecía improbable encontrar referencias a otros juegos de la saga en esta entrega.
Pero eso no ha impedido que en este Easter Egg en Far Cry Primal encontremos a uno de los enemigos más peligrosos que han pasado por la serie: el Dragón de Sangre de Far Cry: Blood Dragon.
Encontrando el primer Easter Egg en Far Cry Primal
Si te diriges a la sección noreste del mapa y sigues la corriente del río hasta su punto de origen, llegarás a una serie de pequeñas cascadas que tendrás que escalar. A medida que te acerques al punto concreto, verás que aparece un signo de interrogación en el mapa, lo que denota que existe un área sin explorar en la zona.
Adéntrate en la oscura Cueva y sigue el camino hasta que te des de bruces con un agujero en la pared. Echa un vistazo y podrás contemplar los restos monstruosos del Dragón de Sangre, guardando un nido lleno de huevos.
Antes de su aparición como Easter Egg en Far Cry Primal, el Dragón de Sangre hizo su aparición en Far Cry 3: Blood Dragon, Estos lagartos creciditos disparaban rayos láser por la boca y eran casi imposibles de matar. Utilizarlos para despejar campamentos enemigos era una de las estrategias necesarias para sobrevivir en el entorno hostil del juego.
No es probable que la aparición del Dragón de Sangre vaya más allá de ser un Easter Egg en Far Cry Primal, pero resulta divertido pensar que ya estaba ahí desde el inicio de los tiempos.
Far Cry Primal se pone a la venta esta semana para Xbox One y otras plataformas, de la mano de Ubisoft.