Para que Dead Rising 3 esté a la altura de los anteriores, unos DLC nunca vienen mal. Es el caso de The Last Agent, que se estrena esta semana en Xbox One y nos trae algo más de acción, por si te parecía poca la que viene en la caja (o la descarga desde Xbox LIVE si eres un moderno).
Para esta ocasión, la gente de Capcom ha tenido a bien presentarnos a un nuevo personaje. Se trata de un agente al más puro estilo película de investigación policial norteamericana… o algo así. Este viene como los mejores muñecos de los años ochenta. Es decir, trae su conjunto de ropa, complementos y vehículo único personalizado. La verdad, con Dead Rising 3 agradeceríamos que lanzaran una larga serie de personajes articulados, transportes de todo tipo y accesorios a juego. Total, si Barbie tiene éxito… Además, ¿quién va a defenderla de una invasión zombie, Ken? Vamos, ¡anda ya!
En el vídeo lo vemos claro. Tenemos al agente Brad Park de la ZDC, que se ve un poco solo en la ciudad. Sus armas van desde los taser y pistolas explosivas, un lanzarayos o utensilios para dispersar manifestantes al estilo ucraniano. Su vehículo especial del ZDC es un furgón blindado con protección delantera y sistema antidisturbios. Tampoco faltan accesorios para combinarlos con las herramientas básicas y, por supuesto, necesitamos de Dead Rising 3 para que todo esto funcione. ¿Dónde lo encontrarás? Sencillo, lo verás en tu tienda de Xbox LIVE, posiblemente, la próxima vez que te conectes con tu Xbox One.
En cuanto al juego, este ya ha alcanzado el millón de unidades vendidas, según las cifras avanzadas por Capcom en febrero. Un número que parece insuficiente para garantizar una entrega anual, pero que no impide rumores acerca de otra saga. En concreto, se trata de Resident Evil. El objeto del cuchicheo, esta vez, es otra exclusividad al menos temporal para un supuesto Resident Evil 7. Eso sí, esperemos que sea mejor que las dos últimas entregas para Xbox 360, sobre todo, si se trata de un título exclusivo para Xbox One. Estas cosas hay que cuidarlas mucho, ¿no crees?