Los barceloneses Last Chicken Games lanzaron en 2020 un pequeño juego independiente llamado Willy Jetman: Astromonkey’s Revenge que llegó a Steam, PlayStation 4 y Nintendo Switch. Se trataba de un juego de carácter retro que recibió excelentes críticas y creó un importante grupo de seguidores. Por problemas de distribución que no vienen al caso ese mismo juego ha sido mejorado y pulido hasta convertirse en Jett Rider, que aparece hoy en las citadas plataformas y además Xbox One. Todo de mano de los incombustibles Jandusoft, conocidos por el buen ojo con el que eligen los juegos que ponen bajo su sello.
Puedes descargar una demo de Jett Rider o adquirir el juego completo por unos diez euros en su página de Steam o en la Microsoft Store en caso de Xbox.
Los antecedentes
Por lo tanto este título que tenemos entre manos es una versión más y mejor de Willy Jetman. ¿Qué es lo que se ha mejorado y qué se ha añadido? Pues mira… no tengo ni puñetera idea, ya que nunca he jugado al original. Ni siquiera sabía de su existencia. Cuando me mandaron la clave para analizar Jett Rider yo estaba convencido, por su nombre y su portada, de que se trataba de una revisión actualizada del clásico Jet Pac de Ultimate. Pues sí que lo es, pero más bien no. Para nada, aunque un poco sí. Me explico.
Igual que en el juego de los hermanos Stamper controlamos a un astronauta que se desplaza por la pantalla gracias a una mochila propulsora, recogiendo objetos que tenemos que llevar a un punto concreto mientras eliminamos enemigos con un láser. Hasta aquí llega el parecido. Jett Rider no sólo es una actualización de este concepto, lo aumenta hasta tal punto que es un juego completamente diferente.
Gracias a mi ignorancia pude entrar en el juego de Last Chicken Games con ojos de niño y asombrarme con lo que me iba encontrado a cada paso dentro de la aventura, encontrándome con un juego digno de meterle unas cuantas horas.
Lo que se ve
Sólo tenéis que ver unos segundos de Jett Rider para comprobar que el nivel gráfico ralla a un nivel altísimo, dentro de los estándares de los juegos retro, claro está. Si bien en pantallas fijas no destaca demasiado por sus sprites de pequeño tamaño, una vez que lo vemos en acción la cosa cambia gracias a lo detallado y suave de todas sus animaciones. Lo primero que me llamó la atención es que para ser un título de corazón pixelado la resolución con la que se muestra es muy alta, creando una sensación muy curiosa de retro-HD.
Si a todo esto le sumamos sus efectos de iluminación y la cantidad de elementos que puede llegar a mostrar en pantalla estamos ante una auténtica virguería técnica. Cuando nos enfrentamos a un enjambre de enemigos con un lanzallamas Jett Rider es simplemente delicioso, un apartado visual de auténtico escándalo. Siempre, repito, dentro del mundillo de los juegos actuales que miran hacia la época de los 16 bits. Que no todo el esplendor gráfico viene de mano del ray-tracing, copón, hay que valorar en su justa medida joyitas gráficas como esta.
¿Cómo se juega a esto?
Al comenzar la partida nos encontramos con una escena típica de un juego de Square, con un protagonista todo poderoso enfrentándose a un bicharraco descomunal sin despeinarse, gracias a su arsenal casi ilimitado. Tras salvar el día y probar un poco de todo lo que Jett Rider puede ofrecernos a nivel de armamento, retrocedemos a unos días atrás. Volvemos al momento en el que nuestro protagonista llegó al planeta, sin armas y sin un jetpac infinito pero con una compañera de fatigas que nos falta al respeto de forma constante.
Y aquí es cuando empezamos a jugar, teniendo en mente que con mucho esfuerzo conseguiremos aumentar la potencia de nuestro pequeño y barrigudo amiguito. Que resulta que es un pringadete que se dedica al reciclaje bajo las órdenes de la IA de su nave, que tiene cierto parecido con HAL 9000. Así que nos ponemos manos a la obra con la tarea principal: recoger objetos y llevarlos al contenedor azul. No es glamuroso pero alguien tiene que hacerlo.
Además no es tan sencillo ni aburrido como suena. A medida que reciclemos podremos ir a nuevos escenarios, ganando armas y equipo que nos permitirán llegar a nuevos sitios o volver a anteriores niveles y abrir nuevos caminos. No, no es un metroidvania. Aunque sí cuenta con cierto backtracking esta no es una mecánica principal del juego. Nuevos entornos, nuevas misiones, más armas, mayores capacidades y, por supuesto, peligros cada vez mayores. En forma de enemigos pequeños o bosses. Ay, amigos. Qué jefes finales tiene Jett Rider. A cada cuál más retorcido y espectacular.
Resumen
Jett Rider llega en el primer mes de 2024 y ya se coloca como uno de los mejores juegos indies del año. Y si no lo es, nos esperan doce meses dignos de ser jugados. Repito que no sé cómo era el juego original, pero esta versión pulida es una auténtica genialidad, llena de acción, secretos que descubrir y toneladas de humor. Coger un objeto y llevarlo a reciclar se puede convertir en una mecánica cansina, pero la gente integrande de Last Chicken Games se las han apañado para que las 4-6 horas que dura el juego estemos entretenidos y viendo cosas nuevas.
Te gustará si:
- Amas el píxel y el retro sobre todas las cosas.
- Tienes diez euros para invertir en diversión pura y dura.
- Jugaste a Jetpac y soñaste con verlo ampliado hasta el cielo.
- Disfrutas de los guiños a juegos antiguos y películas clásicas.
No es para ti si:
- Necesitas que un juego mueva un billón de polígonos y charquitos con reflejos molones.
He gozado como un enano Jett Rider en una Steam Deck gracias a la clave de análisis ofrecida por Jandusoft.