Desde que probé la demo de Holy Shoot, supe que este roguelike FPS de Tale Era Interactive venía con garra y afinación cómica. Lo primero que me atrapó fue su ritmo frenético: los niveles generados proceduralmente me lanzan en arenas infernales que van desde catedrales derruidas hasta grietas de lava, siempre salpicadas de peligros ambientales como fuego, charcos corrosivos y plataformas móviles. Cada rincón exige estar en movimiento mientras demonios curiosos e imps maliciosos intentan frenarte.
Combate y arsenal
El combate se siente impresionante. Cada héroe tiene su peculiar estilo: el ingeniero coloca torretas y manipula reliquias, el ángel de guerra se desliza con escudo y velocidad, y la sacerdotisa lanza maldiciones explosivas. Las armas van desde un arpa sónico hasta el “Bible Blaster” que dispara versículos explosivos, otorgando variedad y comicidad al fuego cruzado. Aunque el juego apunta a una intensidad similar a la de títulos como ULTRAKILL, el movimiento aún podría refinarse un poco más; por ejemplo, la evasión precisa no es tan fluida como en Hades.
Progresión: el Sanctum
Tras cada muerte, vuelves al Sanctum, tu base celestial que funciona como centro de meta‑progresión. Ahí gastas almas obtenidas en tus correrías para desbloquear armas, talentos de héroe y bendiciones permanentes. También durante la partida obtienes mejoras temporales por completar retos, que aumentan tus estadísticas en ese intento específico. El equilibrio entre ventajas a corto plazo y mejoras permanentes funciona bien, aunque puede sentirse algo repetitivo si el coste de progreso sube demasiado rápido.

Estética y sonido
Visualmente, Holy Shoot combina neón con tonos oscuros—ámbar y rojo volcánico dominan en los fondos—y detalles hechos a mano que le dan profundidad. El diseño de personajes y enemigos rezuma humor: desde tatuajes brillantes en la sacerdotisa hasta burbujas de diálogo en los imps. La banda sonora refuerza el caos: órganos góticos que suben en intensidad hasta romper en beats electrónicos cuando los enemigos atacan. Cada clase tiene efectos sonoros propios; los dashes retumban, el ingeniero suena a relojería metálica y las armas tienen una identidad sonora clara.
Humor, tono y desarrollo
El juego apuesta fuerte por un tono irreverente: el Sanctum parece más un lounge VIP del purgatorio que una base celestial, con sillas mullidas y NPCs tomando té mientras el apocalipsis se cuece afuera. La sátira está en primer plano: jefes basados en los pecados capitales, diálogos burlones e incluso la estructura del juego es una caricatura infernal. Es un juego que no se toma en serio, y eso le sienta de maravilla.
Estado del Early Access
La versión Early Access incluye dos héroes jugables, tres pisos temáticos (Ira, Lujuria y Avaricia) con sus enemigos y jefes, el sistema de progresión, y una variedad sólida de armas y NPCs interactivos en la base. El plan para la versión completa incluye siete héroes, los siete pecados capitales como niveles, multijugador cooperativo y mucho más. Ya desde esta primera etapa se siente que hay una visión clara detrás del caos.

Debilidades y margen de mejora
Aunque hay mucho que disfrutar, no falta lo que pulir: se han reportado problemas de rendimiento incluso en PCs potentes, caídas de FPS en ciertas secciones, y un feedback visual que a veces no transmite bien el impacto del combate. Además, algunos enemigos pueden sentirse como esponjas de balas, lo que rompe el ritmo frenético. También sería positivo ver más variedad en los entornos y situaciones a medida que se acumulan las partidas.
Conclusión
Holy Shoot es una propuesta única que combina humor satírico, acción explosiva y estética llamativa con mecánicas roguelike bien implementadas. Si bien todavía hay ajustes por hacer, especialmente en términos técnicos y de ritmo, el núcleo del juego —esa combinación de caos ácido y construcción estratégica— tiene muchísimo potencial. Es una de esas experiencias que se disfrutan mejor si te gusta que te disparen mientras sonríes.
Te va a encantar si:
- Adoras los shooters en primera persona rápidos y sin concesiones.
- Te ríes de todo y no escandalizas al ver pelis como Dogma.
Este análisis de Holy Shoot ha sido posible gracias al código de prensa enviado por Tale Era a través de PressEngine.