Double Dragon Revive: el regreso que no termina de golpear fuerte

Double Dragon Revive recupera la esencia arcade de la saga, pero se queda corto

Double Dragon Revive es el tipo de juego que apela directamente a la memoria muscular del jugador veterano. Desde el primer puñetazo, el título busca reconectar con esa sensación arcade de avanzar por calles pixeladas, repartir justicia con los puños y compartir el caos con un amigo en cooperativo local. Y aunque logra recuperar parte de esa esencia, también deja claro que la nostalgia no siempre basta para alcanzar el knockout.

Recordad que hace un par de años llegó un mucho más recomendable Double Dragon Gaiden y que para esa ocasión os contamos la historia de esta mítica saga que comenzó en los recreativos.

Lo primero que hay que reconocer es que el núcleo jugable funciona. El sistema de combate está bien planteado: hay variedad de ataques, contragolpes, saltos, agarres y remates que se sienten satisfactorios. El feedback visual y sonoro de los impactos está presente, y ver a los enemigos volar tras una patada giratoria o estrellarse contra una pared sigue siendo tan placentero como hace treinta años. Además, los escenarios aportan interactividad: barriles explosivos, vallas eléctricas, objetos que se pueden usar como armas improvisadas… todo suma para mantener el ritmo clásico del beat ’em up.

Para los fans de la saga, Revive está lleno de guiños. Los hermanos Lee regresan con su estética reconocible, y los enemigos, jefes y escenarios evocan momentos icónicos de entregas anteriores. Hay una clara intención de homenajear el legado, y eso se agradece. El cooperativo local, aunque limitado en opciones, sigue siendo el mejor modo de disfrutarlo: dos jugadores en el sofá, machacando botones y recordando tardes de recreativa.

Sin embargo, esa base sólida no alcanza para convertir el juego en una experiencia memorable. La presentación visual es funcional, pero no destaca. El estilo 3D recuerda más a la era de PlayStation 2 que a los estándares actuales: texturas planas, animaciones algo rígidas y escenarios que, aunque cumplen, no impresionan. La banda sonora acompaña sin molestar, incluso emociona al recordad las melodías originales. Por su parte los efectos de sonido carecen de fuerza o identidad.

El contenido también se queda corto. La campaña principal se puede completar en unas pocas horas, y aunque hay modos extra, no ofrecen recompensas atractivas ni desbloqueables que inviten a rejugar. La dificultad es irregular: tramos excesivamente fáciles se alternan con picos frustrantes que parecen más fruto del desequilibrio que del diseño intencional. A esto se suman pequeños fallos técnicos, como detección de golpes imprecisa o caídas puntuales en la fluidez.

En el contexto actual del género, Double Dragon Revive no logra destacar. Títulos como Streets of Rage 4, Shredder’s Revenge o incluso Sifu han elevado el estándar del beat ’em up moderno con propuestas estilizadas, sistemas de combate profundos y modos robustos. Frente a ellos, Revive parece quedarse en tierra de nadie: demasiado clásico para innovar, pero no lo suficientemente pulido para competir.

Eso no significa que sea un mal juego. Para quienes buscan una experiencia directa, sin complicaciones, con sabor retro y cooperativo local, Revive cumple. Es entretenido, funcional y tiene momentos divertidos. Pero si lo que buscas es profundidad, impacto visual o una evolución del género, probablemente te deje con ganas de más.

Jugadores que crecieron con la saga Double Dragon, fans del beat ’em up clásico y quienes disfrutan del cooperativo local sin pretensiones.