Empezamos a jugar con el Revenant en la beta abierta de Doom y nuestras apreciaciones son que el juego ya está bastante terminado a nivel de servidores. No vemos problema alguno de latencia y las partidas son muy fluidas.
En cuanto a las sensaciones, tenemos una mezcla de elementos que recuerdan tanto al Doom anterior como a Quake 3, con muchas influencias de juegos que han aparecido durante las últimas décadas en su género.
El revenant en la beta abierta de Doom es…
Las partidas son rápidas, en Xbox One no tanto como en PC, debido al uso del pad que sustituye al ratón. Un consejo que nos salta de primeras es cambiar la sensibilidad del stick, tanto en horizontal como vertical. Lo suyo es hacerlo de una forma gradual, hasta que tengamos la velocidad máxima con una puntería certera. Es la única forma de imitar, mínimamente, las sensaciones de un PC con ratón y teclado, en Xbox One.
La gama de armamento que ofrece la beta abierta de Doom en Xbox One y, por extensión, en Windows, es un recordatorio de lo que hemos visto antes. Con el añadido de poder encarnar a un demonio, el Revenant, que lleva misiles y propulsores. Sí, ese que nos las hacía pasar canutas y que ahora puede estar en nuestro equipo… o en el contrario. Eso sí, aparece por tiempo limitado y podemos arrebatarlo al enemigo.
El tipo de juego, con una especie de arena en la que desenvolvernos, se nos hace raro. En el modo historia seguramente nos enfrentaremos a bichos cada vez más grandes y difíciles, como es tradición. Pero ver al revenant en la beta abierta de Doom y a otros jugadores nos dice varias cosas. Primero, que no es totalmente un Quake 3, obviamente. Segundo, que todo es bastante vertical, con los vuelos y las plataformas. También vemos que las armas requieren insistencia, incluso los cohetes casi a bocajarro. Tercero, que bebe mucho más de Quake que de Doom 3, aunque de este último herede algo de su movilidad. Vamos, que a los jugadores post Halo 3 les va a gustar y a los que se han acostumbrado a Call of Duty Black Ops III también.
En general, lo que más nos choca es la voz elegida y el tono del doblaje en español. Llega a sacarnos de la partida y carece de la gracia u oscuridad que teníamos en Quake 3, por ejemplo. Es algo que en Bethesda podrían cuidar más, pues se nos queda grabado y esa voz la oiremos muchas veces en nuestras partidas. Con lo que, si ya nos choca, lo fácil es que la odiemos tanto o más que a quien nos gane en frags.
¿Qué nos ofrece la beta de Doom en Xbox One? De momento, un adelanto de lo que tendremos en tiendas. Sin el modo historia para juzgar, puede que los modos online sirvan para dar a conocer la saga a las nuevas generaciones. Pero no nos llevemos a engaños, lo que hemos jugado, de momento, no es Doom, casi es más Quake 3 y CoD y, además, abusa de elementos que hemos visto en juegos durante los últimos años. Pero sin llegar a mejorar esos detalles lo suficiente para que agradezcamos su presencia, más allá de que funcionan. Y, como conclusión final, sí, id Software tiene otro juego con el que identificarse y que a simple vista ya asignamos a la palabra Doom… con la coletilla 2016.
Ché Sáez 