Si viviste los primeros años de la generación pasada buen ritmo, te sonarán las luces rojas y los discos rayados de Xbox 360. Dos problemas que dieron dolores de cabeza a muchos, no solo a los usuarios.
Por un lado, Ingrid, Mohamed y el resto del servicio técnico de Xbox por aquel entonces, no paraban con el teléfono. Muchos usuarios veían cómo aparecía el círculo rojo de la muerte. Las tres luces rojas o la señal de que algo se había calentado demasiado.
Entre discos rayados de Xbox
El problema de las tres luces rojas se arregló con un mejor proceso de fabricación, refrigeración más efectiva para la consola y, posteriormente, un rediseño total de esta. Sin embargo, los discos rayados de Xbox 360 aún son actualidad. Porque el problema, como tal, no se arregló.
La situación es sencilla de explicar, es más, una pegatina lo avisa en cualquier máquina que compres desde hace una década. Si mueves tu consola mientras está en funcionamiento y tiene un disco dentro, es posible que te encuentres con discos rayados de Xbox 360. Con la consecuencia de que no se puedan leer y te quedes sin jugar… o sin tu película en formato físico. ¿Ves como no es tan malo lo digital?
Ahora bien, aparte de avisar en todas las consolas, Microsoft también puso en marcha un plan B. Si un disco se rayaba, podías pagar los portes y te enviaban uno nuevo. Aunque por un precio que normalmente era mayor que un juego de segunda mano, de ahí que no tuviera mucho éxito.
Llegamos a 2017, en pleno E3, y nos enteramos de que el problema de los discos rayados de Xbox 360 se ha resuelto por vía judicial. Eso sí, ha ganado Microsoft, no los usuarios. La corte suprema de Estados Unidos ha decidido, por ocho a cero, que la responsabilidad cae sobre el usuario, no el fabricante. Por eso del error humano, parece que no hay donde rascar… Salvo que cada afectado vaya por su cuenta y denuncie su caso concreto. Entonces, con pruebas personales, sí puede que Microsoft tenga que compensar. Pero claro… ¿Tú sabes lo que cuesta tener éxito en un juicio?
