El 22 de mayo de 2013 Microsoft hizo una presentación sobre el muy alentador (entonces) futuro de Xbox One. Se hablaba de los títulos que iba a recibir su nueva consola durante el primer año de vida y, como quien no quiere la cosa, se dejó ver un símbolo muy familiar para los seguidores de la franquicia Crackdown: el orbe de agilidad. El típico detallito que se deja caer en un vídeo para que la gente pregunte y poder decir ay, parfavar, se nos ha escapado, no queríamos hablar todavía de esto… pero ya que estamos…
Y ya que estamos el tito Phil Spencer comentó que bueno, que sí que era cierto que estaban trabajando en Crackdown 3. Y bueno, que iba a ser la polla con cebolla gracias al Cloud Computing. Confirmación no oficial del título y aparición del término que tan de cabeza trajo a la prensa hasta su salida oficial. La cual fue el 15 de febrero de 2019. Casi seis años de dimes y diretes, de ir desinflando poco a poco un globo gráfico y tecnológico y de cambios de desarrolladora. Todo esto influyó muy negativamente en la opinión que el público y prensa terminó teniendo del juego. Y lo enterró en mierda.
Crackdown 3 promete
Durante la feria E3 del 2014 se presentó el tráiler CGI que podéis ver sobre estas líneas. Esto supuso su presentación oficial, un año más tarde de la primera vez que se habló de él. Gráficos Cel Shading, un mundo oscuro lleno de luces de neón y edificios que se desplomaban de forma espectacular. El proyecto se seguía llamando Crackdown a secas. Después de esto un año de silencio.
Gamescom 2015, Crackdown 3 pasaba a ser el nombre oficial y se postulaba como el mejor juego de mundo abierto jamás visto, nos aseguraron que iba a ser el sandbox definitivo. Mostraron un nuevo vídeo en el que un par de agentes destruía un rascacielos, la forma en la que se mostraba el daño en cada parte del edificio, en cada baldosa, en cada ventana… era espectacular. Pero esto sólo estaría disponible en el modo online. En la campaña no podríamos tirar abajo edificaciones porque, según explicaron, la agencia está para defender al ciudadano y esto daría muy mala imagen.
Es otra forma de decir que el tan cacareado Cloud Computing en realidad era un simple eslogan como el famoso Blast Processing de la SEGA MegaDrive. Xbox One simplemente no podía mover una ciudad tan detallada como la que recorremos en Crackdown 3 y además implementar un motor de físicas tan espectacular. Sin embargo en el modo online, denominado Wrecking Zone o Zona de Derribo, el detalle gráfico se bajaba a ras de suelo para poder soportar esta característica tan espectacular.
Crackdown 3 te la mete
Pasaron los años, Crackdown 3 iba a llegar a las tiendas en verano de 2016, pero el silencio era total desde la Gamescom de 2015. David Jones salió a dar la cara, el título iba a ser increíble. Ahora era el abanderado de la recién anunciada Play Anywhere, con lo que ya no era exclusivo de consolas. Los usuarios de PC lo disfrutarían gracias a Windows 10. La futura Xbox One X haría funcionar el juego a 4K. Impresionante. Ah, por cierto… ya no sale el mes que viene, ahora lo esperamos en Navidad de 2017. Hasta luego, Maricarmen.
¿Lo escuchan? Es el silencio.
Silencio que se rompió en junio de 2017. Crackdown vuelve a tener fecha, el 7 de noviembre. El descacharrante Terry Crews era el elegido para los nuevos anuncios de Crackdown 3. Y de paso lo podríamos controlar dentro del juego. Esta es posiblemente la única característica prometida y que se vio cumplida en el título final. Agosto de 2017, nuevo retraso. Es que lo hemos anunciado demasiado pronto, dijeron. Claro, cuatro años llevábamos con este cuento. Nueva fecha: primavera de 2018.
Pero en enero de 2018 Epic Games compró Cloudgine, la empresa que estaba ayudando a desarrollar Crackdown 3. Ay… Poco más tarde David Jones y su empresa Reagent Games se alejaban del proyecto, dejando la fase final en las manos de Sumo Digital. Nueva fecha: Febrero de 2019. Y un rumor muy fuerte: Phil Spencer no estaba dispuesto a mover la fecha ni una sola vez más. Crackdown 3 llegaría a las tiendas el 15 de febrero de 2019 y no le importaba cuál era el estado en el que se encontrase. Y así fue.
15 de febrero de 2019
Crackdown 3 llega a las tiendas. Se acabó la espera. Bueno, la verdad es que tras tantos años la gente ya no esperaba nada del título. Hace años que se había termina la espera. Cada promesa venía con un nuevo tráiler, cada gameplay dejaba en el camino una antigua promesa. Lo que se había enseñado en 2014 no tenía mucho que ver con lo que se vio en los siguientes vistazos al juego. Los anuncios con Terry Crews eran muy graciosos, pero era imagen real. Estaban evitando enseñar Crackdown 3 en movimiento y los jugadores no somos idiotas. Les vimos el farol.
Llegó la fecha. Las copias de Crackdown 3 llegaron a las tiendas. Ahí se quedaron. La crítica fue feroz, todo el humo y espejos alrededor del juego estaban tapando un juego que no tenía nada que ver. Un par de semanas más tarde me puse a rebuscar entre los juegos de segunda mano del GAME y me encontré con un par de copias del juego a 16 euros. Pero es que ya lo han devuelto, pregunté. La respuesta fue aún peor.
La cadena había decidido hacer un pack de Xbox One X + Crackdown 3. Un par de personas compraron dicho bundle e inmediatamente vendieron el juego para comprarse otro. Nadie lo quería. Como apenas se había vendido el precio había caído en picado hasta los 15’95 que marcaba la etiqueta. Bueno, pues me lo llevo aunque sea para hacer bulto en la colección.
Análisis retro de Crackdown 3
Compré el juego de saldo y sólo para tener un juego más en mi escueta estantería de Xbox One, esto es así. No fue la mejor generación para Microsoft en cuanto a lanzamientos exclusivos. Si no llega a ser por la llegada del Game Pass y la proliferación de juegos indies… bueno, esto ya lo hablaremos otro día.
El caso es que tengo que empezar admitiendo lo evidente: Crackdown 3 no está a la altura de sus promesas y como juego exclusivo no llama la atención lo suficiente como para hacer que alguien se compre una Xbox One o su versión Pro. Para nada. Es comprensible que la prensa la diera hostias por todas partes. No era lo que se esperaba tras seis años de desarrollo, varios aplazamientos de última hora y Phil Spencer dándole bombo al juego. Tampoco es que sea culpa suya, el tío Phil tenía que hablar de algo en las grades conferencias y tampoco es que Microsoft tuviese mucho armario en ese momento.
Aún así es un buen juego
Se agarraron a Crackdown 3, presentándolo como la panacea y luego… no es para tanto. Esto jugó terriblemente en su contra. Pero si nos olvidamos de todo lo prometido, si partimos de cero e instalamos el título de Sumo Digital apartando de nuestra memoria todo lo que nos hicieron pensar de él…. Si un día aburrido lo vemos como uno más de los juegos que hay en el montón de Game Pass y lo instalamos…
Crackdown 3 no está nada mal. No sólo no está mal, resulta que es un buen juego. Es divertido como el que más. Mejora lo visto en el primer Crackdown y, por supuesto, barre de un golpe toda la mierda que aportó su segunda parte. Te sueltan como un agente enclenque en el suburbio por el que entran los inmigrantes a la gran ciudad. Antes de darnos cuenta ya hemos ganado la suficiente experiencia como para que los músculos de nuestro avatar se inflen.
El sistema de mejoras que utiliza Crackdown 3 es el denominado Skill for Kills. Si matas a un rival dándole golpes o lanzándole objetos pesados obtienes orbes de fuerza. Antes de que te des cuenta eres suficientemente fuerte como para lanzar coches y objetos aún más voluminosos. Por contra si eliminas un objetivo con un arma de fuego lo que ganas son orbes de armas. Los orbes de agilidad están escondidos a simple vista por toda la ciudad, en los lugares más altos. Para obtenerlos deberás escalar y saltar. Así que al saltar a por ellos obtienes más altura en cada brinco.
Superhéroes con ametralladoras
Lo que al principio es un agente fibroso que se defiende a duras penas pronto se convierte en un super hombre capaz de saltar una docena de metros, correr más rápido que un bólido, al que puede lanzar hasta el horizonte y aguantar cientos de balazos antes de caer. Puede llegar a ser aburrido matar mosquitos cuando eres un semidios. Por suerte el mundo abierto de Crackdown 3 no es tan abierto como puede parecer a simple vista.
En realidad la ciudad es un curioso metroidvania en el que podemos pulular por todas partes, pero si nos encontramos en la zona equivocada los adversarios nos lo harán saber destrozándonos a toda velocidad. Asimismo los edificios que intentemos escalar nos mostrarán una pared lisa, con asideros fuera de nuestra capacidad de salto. Sólo cuando hayamos alcanzado el nivel necesario para ese barrio de la metropoli nos sentiremos a gusto deambulando por sus calles.
Igualmente veremos muchos orbes de agilidad que no seremos capaces de alcanzar la primera vez que los veamos, lo que hará que volvamos a visitar zonas ya conquistadas para recoger esos power ups que se nos resistían hace un par de horas. Siguiendo la aventura o volviendo hacia atrás para subir más de nivel, siempre hay algo que hacer en Crackdown 3. Nunca nos aburriremos.
Un mapa lleno de lucecitas
Y es que según vayamos avanzando por el mapa de la ciudad, cada vez tendremos más misiones que realizar. Crackdown 3 cae en ese tópico de los mundos abiertos de los que es especialista Ubisoft en el que cada vez se acumulan más iconos brillantes repartidos por el mapa. Existe un puñado de misiones distintas, que se pueden reducir en tres tipos: disparar, saltar por azoteas o conducir. Y con esto ya tenemos horas de entretenimiento.
El problema con este tipo de sandbox es que hay tanto estímulo lo que suele pasar es que marcamos una misión de historia pero en el camino se nos cruza un orbe de agilidad al que podemos aspirar y nos salimos del camino. Cuando ya casi lo tenemos se nos enciende una lucecita de misión justo al lado y… Una hora más tarde hemos completado una decena de secundarias y aún no hemos llegado a nuestro objetivo principal. Lo malo es que la historia de Crackdown 3 es algo completamente despreciable al lado de la acción que se nos ofrece. Lo positivo es que nos lo hemos pasado bomba por el camino.
Quack, quack, motherfuckers!
Crackdown 3 está escondido a la vista entre el centenar de juegos de Game Pass. Ofrece acción a raudales, diversión 100% descerebrada. Está adaptado a la potencia de Xbox Series X|S, pero incluso en una One ramplona va fluido incluso cuando muestra un horizonte muy lejano. Detrás de esa fachada de gráficos simples tipo cel shading y luces de neón se encuentra una ciudad detallada al milímetro. Una urbe gigantesca que esconde un pozo de horas por el que pasear mientras nos hacemos más y más poderosos. ¿Y la historia? Es mejor pasar completamente de ella, al final la parte más tediosa del título comienza cuando entramos en la última base, situada en un gigantesco edificio central que parece que nunca se acabe.
No os he hablado de la parte online. Esa que tanto se esforzaron por mostrar en las distintas convenciones de videojuegos. Edificios planos que caen, luchas entre superhombres… pinta todo muy aburrido. Será por eso que nunca he encontrado otro jugador en sus servidores. Cuando instalas Crackdown 3 aparecen dos programas, uno ejecuta el modo historia y el otro los combates online. Son dos juegos completamente diferentes y estoy seguro de que si se hubiesen ahorrado el segundo habríamos disfrutado de este juego unos cuantos años antes y no sería una joya oculta por la tonelada de mierda que la prensa tiró contra el. De forma completamente justificada, por cierto.
Te gustará si:
- Lo descargas usando una cuenta con Game Pass. En un par de horas podrás comprobar que no es el juego AAA que se prometió, pero sí un entretenimiento muy digno.
No te gustará si:
- No eres capaz de olvidar todo lo que se dijo sobre él desde la prensa y por parte de sus creadores.
XboxManiac 