El director ejecutivo de Take-Two, Strauss Zelnick, ha hablado de cómo GTA 6 debe ofrecer algo totalmente nuevo y, al mismo tiempo, mantenerse fiel a la fórmula que los fans conocen y adoran; básicamente, tiene que hacer lo imposible.
En declaraciones al podcast Good Time Show (vía VGC), Zelnick dijo: «En el negocio del entretenimiento… adoptamos nuestros éxitos como si fueran parte de nosotros, son parte de nuestra familia, ya sabes, tenemos una gran afinidad por ellos y nos tomamos como algo personal si la gente los fastidia, como si no estuviera bien que los creadores tomaran una decisión que no es coherente con la forma en que creemos que deben desarrollarse estos éxitos».
Además, ha explicado que este es el mismo «reto» al que se enfrenta Rockstar cuando crea una nueva entrega de la serie GTA. «Por un lado, tiene que ser algo que nunca se haya visto antes y, por otro, tiene que reflejar el sentimiento que tenemos sobre Grand Theft Auto, y eso es un gran reto para el equipo», dijo Zelnick.
Dado el monumental éxito y la popularidad de GTA 5, el peso de las expectativas nunca ha sido mayor. Según Zelnick, en lugar de ceder ante la presión, Rockstar está apuntando a las estrellas. «Ahora, la respuesta de Rockstar es simplemente buscar la perfección, buscar nada menos que la perfección y lo conseguiremos».
El jefe de Take-Two no entró en detalles concretos sobre GTA 6, pero un reciente informe de resultados en el que se esbozan las expectativas para el año fiscal 2025 de la compañía -que comienza en abril de 2024- sugiere que GTA 6 podría lanzarse ya el año que viene.
Teniendo en cuenta que GTA V lo peta, muchos años después de su lanzamiento. Que estaba diseñado para Xbox 360 inicialmente. Que con un par de apaños su motor impresionaba en 2022. Pues no nos cabe duda de que si realmente Grand Theft Auto 6 está hecho con la generación de Xbox Series X y PS5 en mente, con el Ray Tracing de las gráficas actuales y todo eso en la cabeza. Con 32 veces más RAM disponible… pues tendremos que irnos preparando ara el shock.