El juicio entre Google y Epic Games sigue su curso y casi todos los días nos enteramos de nuevos datos sobre el funcionamiento del gigante de los buscadores. Algunas de las informaciones que han conseguido salir a la luz son bastante interesantes. Hoy, nos enteramos de que la compañía había planeado comprar Epic Games, sí, la misma empresa contra la que actualmente está en los tribunales.
Al parecer, según la información de un intercambio interno de correos electrónicos, Google tenía planes de comprar una participación mayoritaria en Epic Games en 2018. Si la compañía lograba comprar Epic con éxito, habría convertido Fortnite en un producto de Google, y no solo eso. Habría ayudado tanto a Android como a Stadia, ya que se lanzó al año siguiente. Analizando la idea de comprar Epic Games, sin duda parece un plan ambicioso ya que habría permitido al gigante de los buscadores tener un mayor control sobre los juegos lanzados por Epic.
Como Google mató a Stadia sin esperar a ver qué hacía la competencia, el acuerdo nunca se materializó. Puedes leer el correo electrónico a continuación:
Vamos a llevar un paquete de ofertas a BC el jueves sobre Epic. Hablé con Jamie y creo que necesitamos un par de páginas sobre lo que la inversión podría parecer y alguien allí para discutir (sobre la base de lo que podemos recoger públicamente). Acabamos de hacer una llamada de preparación y la inversión era la única manera realista de convencer a la gente sobre el enfoque de Epic hacia Android, porque es fácil imaginarnos invirtiendo miles de millones y con una valoración ridícula (para todo el mundo excepto para la gente de corpdev).
Estés de su lado o no, en cierto modo es buena noticia que Google no comprara Epic Games hace un lustro. ¿Por qué? Bueno, la compañía se ha hecho famosa por el hecho de que ha estado matando sus propios proyectos. Algunos de ellos son realmente muy prometedores. De hecho, Stadia no ha sido el único proyecto lucrativo a futuro que se han cargado. Hay todo un cementerio digital dedicado a todos los proyectos que acabaron muriendo, pero debe ser algo endémico de las grandes empresas. A Microsoft también le pasa.