Ya nos lo imaginábamos, pero se confirma que el lanzamiento de Quantum Break se va a 2016. Algo que era de esperar, en parte, por la saturación de juegos para finales de 2015 o el rumoreado Alan Wake en Xbox One, como episodios descargables y una edición posterior en disco. Quizá no sea este el otoño idóneo para el juego de Remedy, que ha dejado pasar la primavera. Cuando sí parecía tener todo de cara para llevarse al público y vender consolas. ¿Imaginas que Quantum Break hubiera salido en marzo 2015, junto a Ori and the Blind Forest o Screamride? Eso sí habría sido un puñetazo en la mesa por parte de Microsoft.
Queda por delante un año de desarrollo para el juego. Uno que nos puede ofrecer algo más que lo visto hasta ahora. Pues Quantum Break se parece mucho, de momento, a Alan Wake. Pero también a otros juegos que utilizan el control del tiempo para sorprender y hacernos sentir poderosos. Es, este aspecto del juego, uno de los que prometen distinguirlo del tiempo bala que siempre ha caracterizado a Remedy. Pero confiamos en que no todo se reduzca a adelantar y atrasar el tiempo, como hacíamos con Blinx en la primera Xbox y en tantos otros desde entonces.
La nota oficial de hoy deja claro que esto no es una broma del April Fools Day. Remedy explica que la saturación de juegos, con Rise of the Tomb Rider y otros en una liga cercana a Quantum Break, hace difícil encontrar el éxito en 2015. Que una franquicia nueva y ambiciosa como esta necesita su espacio vital para darse a conocer y triunfar. Que el esfuerzo invertido no puede quemarse en una lucha fratricida.
Esperemos que este tiempo antes del lanzamiento de Quantum Break sirva para, no solo pulir, sino potenciar todo lo que puede ser un juego exclusivo en Xbox One. Sobre todo, con la experiencia anterior de Remedy. Aunque, entre medias, quizá dediquen algo de tiempo a un Alan Wake para la nueva generación. Uno que cambie un poco y añada algo de picante a lo que ya conocemos.