Hace dos años que vimos Watch Dogs en el E3 2012, en directo, aunque con una demo que aguantaba por poco. Ahora que se acerca el lanzamiento del juego, dejamos de imaginar ese multijugador del que nos hablaron hace menos de doce meses en el E3 2013. ¿Y qué nos espera a los pacientes usuarios de Xbox One?
El escenario de Watch Dogs es tan rico como nos esperábamos. Hay que hacer poco caso a los vídeos que han dejado mal sabor de boca a muchos fans. Estamos ante un juego con un mundo muy detallado y, como dato, apenas hay diferencias entre jugar solo o hacerlo en multijugador online. Es uno de esos juegos que mezclan ambas opciones de forma casi transparente.
Todo está conectado en Watch Dogs, los personajes del juego, nosotros con Xbox LIVE y nuestros amigos, la aplicación para tablets y móviles reales… con tres modos multijugador principales: contratos, CTOS y el competitivo. Para entrar en las partidas de otros solo tenemos que fijar un objetivo, un personaje por ejemplo, y empezar lo que podría llamarse un minijuego. Es decir, ganar información, cerrar un encargo, dinero o, sencillamente, divertirnos a costa de los demás. Todo está al alcance de un «click».
Si no podemos hackear a un personaje, pasamos al siguiente… aunque también nos pueden hacer una jugada a nosotros. Para evitar esto tenemos que averiguar dónde está nuestro atacante. Esto es oculto en edificios, mimetizado con el escenario, mezclado con personajes no jugadores, en un vehículo… vamos, que cuando descubrimos a un hacker que nos ataca tenemos que encontrarlo primero y luego obrar en consecuencia.
En la demo que ha mosrado Ubisoft vemos que un método para descubrir al atacante es desatar el caos a base de disparos. Esto alerta a la policía, nos hace objeto de una persecución… pero también nos ayuda a encontrar a ese personaje que reacciona de forma diferente al resto de la población.
Una persecución por la ciudad nos deja ver que estamos ante un escenario grande, vivo, lleno de gente y con tráfico que llena las calles. Viene a ser algo parecido a los niveles de persecución de GTA, pero con jugadores reales en el papel de cazador y perseguido. El premio, aparte de estadísticas para presumir online, son puntos de notoriedad, que vienen a ser como la experiencia de otros juegos.
En otro apartado de Watch Dogs nos encontramos con algo que ya conocemos en Xbox One, pero que de momento no está muy aprovechado, una app. Sin embargo, no se trata de una opción más dentro de SmartGlass, sino de CTOS. Esta, como sucede con Assassin’s Creed IV: Black Flag, tenemos que descargarla a nuestro móvil o tablet por separado. Lo de haber aceptado las normas de UbiSoft UPlay se da por sabido, así que nos centramos en la app.
El modo CTOS ofrece mucha información en la segunda pantalla. Muestra un mapa en tiempo real con el que podemos provocar accidentes, hackear semáforos, mandar mensajes para dar pistas a nuestro compañero en el juego… vamos, algo que recuerda al modo comandante de Battlefield 4 o a la app de Plants versus Zombies Garden Warfare.
Por último, el modo competitivo nos lleva a puntos concretos del mapa junto a otros compañeros. Aquí, el mundo se puede hackear como en el resto de modos, aunque lo que han mostrado es un juego en tercera persona con muchos elementos habituales. Eso sí, las opciones de hackeo, granadas que dan información, vehículos y la cooperación forman un conjunto un tanto original. Todo parece muy movido, hay que pensar estrategias y tácticas para tener más éxito y la variedad en las armas, escenario, habilidades y libertad nos hacen querer jugar ya al multijugador de Watch Dogs. Ha sido una sorpresa muy grata, la verdad, que nos hace pensar, de rebote, en lo grande que puede ser el modo para un jugador.