15 junio, 2025

Yasha: Legends of the Demon Blade: Tinta, acero y demonios

Yasha: Legends of the Demon Blade llega a Steam de mano de 7Quark y lo hace intentando destacar dentro del saturado panorama de los roguelites. Su apuesta es una estética única y un sistema de combate ágil que brilla desde los primeros compases. Sin embargo, bajo su envoltorio deslumbrante, se esconden algunas decisiones de diseño que limitan su capacidad de sorprender a largo plazo.

Probamos la demo de Yasha: Legends of the Demon Blade

Un combate que enamora

El núcleo jugable de Yasha está en su sistema de combate, y ahí es donde el juego realmente destaca. Rápido, fluido y variado, ofrece tres protagonistas jugables con estilos bien diferenciados:

  • Shigure, un ninja que basa su estilo en parrys y contraataques precisos. Dominarlo es exigente pero gratificante.
  • Sara, una feroz oni que apuesta por la velocidad y el combate cuerpo a cuerpo más directo.
  • Taketora, un samurái arquero que equilibra fuerza bruta con ataques a distancia.

Esta variedad no solo aporta frescura, sino que exige adaptar nuestra estrategia constantemente. Los combates contra jefes -como un impresionante kraken o un colosal cangrejo gigante- están entre los momentos más memorables, combinando espectacularidad y desafío con un diseño que recompensa la destreza.

Tres campañas, tres visiones

Cada personaje cuenta con su propia campaña, lo que extiende la rejugabilidad y permite explorar distintas capas del mundo y su historia. Aunque la narrativa no rompe moldes, el enfoque personal de cada ruta añade contexto y profundidad a los protagonistas y sus motivaciones. Terminar las tres ofrece una experiencia más completa y coherente.

Una estética que deja huella

Visualmente, Yasha es una delicia. Su estilo artístico combina trazos de tinta tradicional japonesa, paletas acuareladas y animaciones que evocan el anime clásico hecho a mano. Esta dirección artística no solo lo distingue dentro del género, sino que logra construir una atmósfera densa y envolvente que atrapa desde el primer minuto. Cada escenario parece una estampa viviente, y la música, aunque discreta, acompaña con acierto.

Lo que puede mejorar

Pese a sus virtudes, Yasha arrastra algunos problemas que ensombrecen su propuesta. Para empezar el juego se presenta como un roguelite, pero su bucle jugable carece de la evolución que se espera del género. Enemigos y jefes reaparecen sin demasiadas variaciones, y las posibilidades de personalización de los personajes -en términos de habilidades o builds- son bastante limitadas. Esto provoca que, tras superar las tres campañas, el incentivo para seguir rejugando decaiga rápidamente.

Además el combate es satisfactorio, sí, pero no exento de frustraciones. El sistema de parry, fundamental para personajes como Shigure, puede sentirse impreciso en momentos clave y la falta de un sistema de fijado o bloqueo automático complica el uso eficaz de armas a distancia. Estos problemas, aunque no constantes, afectan especialmente en los niveles de mayor dificultad.

En resumen

Yasha: Legends of the Demon Blade es una propuesta atractiva y bien ejecutada que destaca por su combate, su identidad visual y su estructura de campañas múltiples. Es ideal para quienes buscan sesiones de acción rápidas, desafiantes y con un envoltorio artístico sobresaliente. Por su precio (poco más de 30 euros), ofrece una relación calidad-precio más que aceptable. Eso sí, quienes busquen una experiencia roguelite profunda y con alto valor de rejugabilidad quizás se queden con ganas de más.

Recomendado para:
✔ Fans de roguelites con combate ágil.
✔ Jugadores que valoran el arte y la ambientación.
✔ Quienes disfrutan de rejugabilidad con estilos distintos.

No es para:
✖ Jugadores que busquen profundidad estratégica o progresión constante.

Por Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

Related Post

XboxManiac
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.