Estamos ante una de las primeras sorpresas del año, Tyrant’s Realm es un videojuego que ha capturado la atención de jugadores y críticos gracias a su atmósfera inmersiva y lo pulido de su jugabilidad. Desarrollado por los noveles Team Tyrant, el juego combina elementos de rol y acción en un mundo oscuro y opresivo que nos recordará inevitablemente a los clásicos de FromSoftware, aunque cuenta con el girito de ser un roguelike.
El proyecto comenzó como una idea modesta, pero rápidamente escaló debido al entusiasmo de la comunidad y el compromiso del equipo creativo. Durante el desarrollo, los desarrolladores incorporaron un proceso iterativo, escuchando los comentarios de los testers y ajustando elementos clave del diseño para lograr una experiencia más pulida y accesible sin perder su complejidad inherente. Asimismo, las influencias del juego provienen de títulos emblemáticos como Dark Souls y Dead Cells, pero añade su propia identidad.
A pesar de algunos desafíos, como los límites presupuestarios y retrasos en el cronograma, el resultado final es un testimonio del esfuerzo colectivo por entregar un producto ambicioso que invita a la reflexión.
Uno de los elementos más llamativos de Tyrant’s Realm es su estilo gráfico deliberadamente feísta, inspirado en los juegos de la primera generación de PlayStation. Esta elección estética, lejos de ser una limitación técnica, es un homenaje consciente a una época donde los polígonos toscos y las texturas pixeladas contribuían a una atmósfera única y cruda.
El juego utiliza modelos de baja resolución, bordes irregulares y animaciones rígidas para evocar una sensación de incomodidad que encaja perfectamente con su temática oscura y opresiva. Las texturas, aunque deliberadamente rudimentarias, están cargadas de detalles que parecen esconder secretos perturbadores, una técnica que refuerza la sensación de misterio en cada rincón del mundo.
La dirección artística de Tyrant’s Realm también juega con el uso de colores apagados y una iluminación limitada, que recuerda a clásicos como Silent Hill o Resident Evil.
La jugabilidad de Tyrant’s Realm combina de forma magistral elementos de roguelite con el combate meticuloso característico de la saga Dark Souls. Cada partida comienza con el jugador enfrentándose a un mundo cambiante, generado de manera procedural, donde la disposición de enemigos, objetos y escenarios nunca es la misma. Esta estructura roguelite no solo añade rejugabilidad, sino que también refuerza el sentimiento de desamparo y desafío constante que impregna el juego.
El sistema de combate, por otro lado, se inspira claramente en el estilo táctico y exigente del género souls. Los enfrentamientos requieren precisión, paciencia y una cuidadosa gestión de los recursos, como la barra de energía y las pociones de vida. Cada enemigo, incluso los más pequeños, supone una amenaza si no se les aborda con estrategia. Sin embargo, lo que diferencia a Tyrant’s Realm es su integración de mecánicas roguelite en el progreso del personaje: con cada muerte, el jugador puede desbloquear mejoras permanentes, pero sólo si sacrifica ciertos recursos o toma decisiones moralmente ambiguas, reforzando el tono oscuro y opresivo de la narrativa.
Tyrant’s Realm se lanzó el 16 de enero de 2025, posicionándose rápidamente como una opción atractiva para los amantes de los juegos independientes y los títulos de estética retro. Actualmente, está disponible en Steam a un precio accesible, por menos de 10 euros, lo que lo convierte en una propuesta muy atractiva considerando la profundidad de su jugabilidad y el cuidado puesto en su diseño.
Te gustará si: Tyrant’s Realm es un título que encantará a aquellos jugadores que buscan un soulslike con un enfoque retro, lleno de desafíos y con una atmósfera que evoca los juegos de la primera PlayStation. Si disfrutas enfrentándote a combates tácticos, explorando mundos opresivos y descubriendo secretos a través de múltiples partidas, este juego es una experiencia que no querrás perderte.
No es para ti si: Por otro lado, Tyrant’s Realm no es para ti si no toleras los juegos difíciles o frustrantes, ya que su sistema de combate exigente y sus mecánicas roguelite pueden resultar desalentadoras para quienes prefieren experiencias más relajadas. Además, su estética feísta y su diseño deliberadamente tosco pueden no ser del agrado de quienes buscan gráficos modernos o pulidos.