The Last Caretaker propone una experiencia de supervivencia con ambientación única y mecánicas de construcción sólidas.
The Last Caretaker es uno de esos juegos que, desde el primer momento, atrapan por su ambientación. Un mundo post-apocalíptico inundado, donde la soledad y el avance isla tras isla con tu barco como base generan una experiencia envolvente. La exploración y el proceso de restaurar fragmentos de mundo tras el colapso humano tienen un encanto especial, y en lo personal, esa parte del “viaje” me enganchó profundamente.

Lo que funciona
La mecánica de recolección, construcción y gestión está bien planteada. Hay un ritmo claro: recojo, transformo, construyo, avanzo. Y ese ciclo resulta satisfactorio. Se nota el mimo en los detalles: la estética, el sonido ambiental, la lluvia, las tormentas… todo contribuye a elevar el conjunto más allá del típico juego de supervivencia.
Además, el hecho de que el mundo no sea completamente procedural, sino que tenga zonas diseñadas a mano, aporta una narrativa implícita que funciona muy bien. Llegas a un lugar, ves el trabajo por hacer y realmente te sientes parte del proceso. Para quienes disfrutan de experiencias contemplativas y de reconstrucción, este enfoque es un acierto.

Lo que necesita trabajo
Como es habitual en títulos en acceso anticipado, hay aspectos que aún no están del todo pulidos. La optimización es uno de los puntos más repetidos por la comunidad, y lo viví de primera mano: incluso en equipos potentes puede haber caídas de frames, variabilidad de rendimiento y momentos de titubeo. Justo cuando el entorno brilla, el motor se resiente.
El sistema de combate también queda por debajo del resto. Las animaciones son mejorables, los enemigos parecen más molestias que retos, y los hitboxes son imprecisos. Cada vez que me topaba con combate, me sacaba del flujo de exploración y construcción que realmente me gustaba.
También hay cuestiones de calidad de vida que podrían mejorar: interfaz, inventario, tutoriales. La curva de aprendizaje no es tan suave como podría, y el sistema de cables, baterías y elementos de construcción se siente menos intuitivo de lo deseable para un juego que apuesta por la libertad.

Veredicto personal
The Last Caretaker tiene un gran corazón: ambientación potente, narrativa implícita bien lograda, mecánicas de construcción y exploración que funcionan. Me gustó el viaje que propone. Pero está claro que aún requiere trabajo para que todas sus piezas brillen al mismo nivel.
Lo recomendaría sin reservas a quienes cumplan estas tres condiciones:
- Disfrutan de mundos de exploración, reconstrucción y libertad creativa
- Están dispuestos a asumir que es acceso anticipado
- No buscan un sistema de combate como eje principal
Por el contrario, si alguien busca una experiencia pulida, sin fricciones, quizá convenga esperar a que se añada más contenido, se refine el combate y se optimice el rendimiento.
Conclusión
The Last Caretaker es una propuesta con alma, que apuesta por la reconstrucción en un mundo sumergido y por una experiencia de supervivencia con enfoque contemplativo. No es perfecta, pero tiene potencial real. Si te atrae la idea de restaurar lo perdido y construir algo nuevo en medio del agua, este juego puede ser tu próximo refugio.
| Desarrollador | Channel37 |
| Editor | Channel37 |
| Género | Supervivencia, exploración, construcción |
| Plataforma | PC (acceso anticipado) |
| Estilo visual | Estética post-apocalíptica inundada, ambientación melancólica |
| Mecánicas | Recolección de recursos, construcción, gestión de base, combate ligero |
| Idiomas disponibles | Inglés, otros por confirmar |
| Fecha de lanzamiento | 6 de noviembre 2025 (Acceso anticipado) |
| Precio estimado | 29’99€ |
| Página oficial | The Last Caretaker en Steam |

