Cuando me puse a los mandos de The Alters, lo hice sin mucha expectativa: base building, supervivencia, clones, un juego basado en Moon pero sin el carisma de Sam Rockwell… ¿qué podría ofrecer de nuevo? Pues lo descubrí pronto: una experiencia explosiva, emocional, y completamente única. Os explico brevemente qué vais a disfrutar si os adentráis en la propuesta más arriesgada de 11 Bits Studios.
Una narrativa que cala hondo
Asumes el papel de Jan Dolski, el único superviviente de una misión minera espacial. Juego tras juego me vi obligado a crear versiones alternativas de mí mismo, los “Alters”, cada uno reflejando decisiones de vida distintas: desde un científico erudito hasta un minero traumatizado. Lo que empezó siendo un recurso narrativo se convirtió en una reflexión constante sobre identidad, culpa y redención. Me encontré replanteándome mis propias elecciones mientras mantenía viva a esa extraña familia clonada en mi base.
Mecánicas que mezclan estrategia y supervivencia
La rueda móvil que es tu base funciona como un reloj mortal: cada minuto real es un minuto en el juego, y el sol se acerca sin piedad. Dentro, la construcción de módulos, la gestión de alteritudes y la asignación de tareas recuerdan a títulos como Frostpunk o Satisfactory. Afuera, la exploración es peligrosa: hay que recoger recursos, montar torres energéticas y zafarse de tormentas radiactivas. Lo fascinante es el equilibrio: si sobre-explotas a Jan te derrumbas, si lo dejas descansar todo se viene abajo.

Los Alters: motor emocional y estratégico
Lo más brillante es cómo estas versiones alternativas no son utilitarias. Cada Alter llega con personalidad, motivaciones y… problemas mentales. Alimentarlos no es opcional: ignorarlos puede provocar caos o incluso muertes tempranas. Eso me obligó a escuchar sus historias, simplemente charlar con ellos, hacerles pequeños favores, y ahí tanto me sorprendí riendo en una partida de beer‑pong como conmoviéndome hasta el punto de replantearme mis propias decisiones existenciales.
Presentación y sonido de alto nivel
Visualmente, The Alters es atractivo: texturas pulidas, diseño detallado y con Ultra en mi PC AMD logré 60 fps constantes gracias a FSR 3. Jugado en Xbox Series X, recuerda que está incluido en Game Pass desde el día uno, el apartado gráfico es igualmente espectacular y con un rendimiento constante. El sonido acompaña perfectamente: el ambiente te mete en la base, y el contraste con el silencio extraterrestre cuando estás fuera es magnífico.

Dificultad y accesibilidad
Jugué en dificultad ajustada, pero hay un fallo: no se puede bajar la economía por debajo de “Moderado”, lo que complica la curva de aprendizaje a novatos. Aun así, opciones como texto grande, desactivar efectos visuales o música lo hacen más asequible.
Lo bueno y lo malo
The Alters es una propuesta narrativa muy original con los Alters funcionando como espejo emocional y estratégico. Su jugabilidad es una unión perfecta entre supervivencia estresante y decisiones con peso real. Lo más destacable desde mi punto de vista es que cada partida abre un árbol diferente, creando una rejugabilidad altísima. En la parte negativa debería destacar que ciertas mecánicas de mundo abierto se sienten repetitivas. La parte de estrategia económica se me ha hecho muy dura. aunque imagino que a los fans de este tipo de juegos les resultará menos complicado. Para finalizar, el enfoque emocional intenso no es para todos, ya que toca temas duros como salud mental o suicidio que, si bien son necesarios tocar, tal vez no sea lo que todo el mundo quiera dentro de su tiempo de ocio.

Veredicto personal
The Alters es, sin duda, la propuesta más atrevida de 11 Bit Studios hasta la fecha. Me dejó pensando en qué clase de persona podría haber sido en otros caminos, mientras luchaba contra un sol implacable y mi propia mente fragmentada en clones. Si te atraen las experiencias narrativas profundas y los survival que exigen más que racionar recursos, este juego te va a cambiar. Si buscas evasión ligera o no estás preparado para auto‑examen emocional, mejor pasar de largo.
Tengo ganas de volver con otro grupo de Jans. Y de nuevo cuestionarme. Ese es su mayor logro: no sólo sobrevivir, sino hacernos mirar hacia dentro.
Es para ti si te atraen las experiencias narrativas profundas y los survival que exigen algo más que racionar recursos.
No te lo puedo recomendar si buscas evasión ligera o no estás preparado para auto‑examen emocional.