7 agosto, 2025

Ninja Gaiden Ragebound: Cuando los ninjas nos vamos de marcha

Me vais a perdonar que empiece con una incorrección: Ninja Gaiden: Ragebound es una auténtica sacada de chorra. Vale, en los tiempos que corren es una frase muy patriarcal. Igual sería más moderno decir que The Game Kitchen ha llegado a la franquicia de Koei Tecmo sirviendo coño. Muy adecuado además porque en este spin‑off de Ninja Gaiden además de a un alumno de Ruy Hayabusa también controlamos a una ninja del Clan de la Araña que nos permite arrasar a nuestro paso. En fin, que estamos ante una nueva maravilla de los padres de Blasphemous.

🔥 Ninja Gaiden Ragebound - Gameplay Sin Comentarios | De los Creadores de Blasphemous

Y si estáis esperando que esto sea un metroidvania como lo son Blasphemous, estáis ante el juego equivocado. Ragebound hereda del título del penitente un pixel‑art maravilloso así como una música excepcional. Sin embargo, aquí estamos ante un juego de acción pura y directa, algo más parecido a los Ninja Gaiden que sufrimos en los 8 bits de Nintendo.

Aunque esta vez no tendremos que asegurar nuestros mandos antes de empezar a jugar, ya que estamos ante un juego retro en lo visual pero moderno en calidad de vida: múltiples checkpoints y eliminación de mecánicas frustrantes como la muerte permanente. A diferencia de los Ninja Gaiden clásicos, aquí puedes terminar la historia en menos de seis horas sin tirarte de los pelos.

Eso sí, nos encontraremos con tramos endemoniados y jefes finales que requerirán docenas de intentos antes de vencerse. Es el clásico ejemplo de fácil de aprender, difícil de dominar. En pocas horas completáis el modo principal por muy torpes que seáis, pero Ragebound propone una jugabilidad que incita a jugar bien.

Sentirse como una ninja letal capaz de devastar un nivel infestado de demonios sin tocar el suelo es terriblemente placentero, pero requiere práctica. Cada impacto, cada salto sobre enemigos, cada Hypercharge perfectamente sincronizado… la combinación de flujo de combate y plataformas es pura adicción.

Visualmente, estamos ante uno de los trabajos más refinados en pixel art del año, complementado por animaciones al estilo anime de los 90 y una banda sonora que pone a vibrar cada katana que se entrechoca.

Así que sí, estás ante un juego que parece un retro 8/16 bits modernizado hasta la médula, accesible pero sin suavizar el filo. Un título ideal si te mola la nostalgia con desafío, te vuelve loco la acción intensa y piel fina no tienes. Los padres de Blasphemous han clavado el golpe: Ninja Gaiden: Ragebound no sólo merece estar en cualquier colección de fans del género, sino también en la de cualquiera que disfrute de la violencia ninjística en su forma más estilizada.

Deberías hacerte con una copia si:

  • Buscas un reto a tu habilidad dactilar.
  • Eres de la buena gente que adora a los ninjas.
  • Sí, deberías hacerlo ya mismo.

No te gustará si:

  • Eres mala persona.

Por Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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