Neon Blood es un título que desde el primer momento atrapa con su espectacular apartado visual. El juego, desarrollado por Chaotic Brain Studios, combina una estética cyberpunk con un estilo pixel art que resulta simplemente deslumbrante.
Cada escenario está diseñado con un nivel de detalle impresionante, que logra evocar las vibrantes luces de neón, las calles húmedas y la atmósfera decadente típica del género. Este contraste entre el futuro distópico y la nostalgia del pixel art crea un ambiente visual único que se siente vivo y envolvente.
La paleta de colores está cuidadosamente seleccionada, con tonos fríos y cálidos que destacan en los paisajes urbanos y refuerzan la ambientación distópica del juego. Los efectos de iluminación y sombra son especialmente notables, agregando profundidad a los escenarios y dándoles un aspecto tridimensional dentro de los límites del 2D.
Es evidente que el equipo artístico dedicó una enorme atención al diseño visual, convirtiendo este apartado en el mayor logro del juego. Sin embargo, el resto de los aspectos del título no logran estar a la altura de su brillante presentación visual.
Aunque la mecánica básica cumple con lo esperado, la experiencia de juego se siente limitada. El combate, aunque funcional, carece de profundidad y variedad. Disponemos de unas pocas opciones de acción disponibles, sin poder evolucionar a lo largo de la partida lo que provoca que se torne repetitivo rápidamente. Por su parte las batallas contra enemigos más grandes se resuelven con una serie de quick time events, lo que dota al juego de mucha espectacularidad pero poca profundidad.
Por su parte las secciones de exploración, aunque acompañadas de un diseño artístico atractivo, no ofrecen suficientes incentivos interactivos o secretos que recompensen la curiosidad del jugador. Muchas veces tenemos la sensación de hacer recados más que de buscar una solución. Demasiadas veces un personaje nos dice qué hacer y dónde hacerlo y nosotros recorremos el camino de ida y vuelta.
La banda sonora cumple reforzando la inmersión, con melodías que recuerdan a la obra de Vangelis en Blade Runner.
La historia aprovecha los temas clásicos del cyberpunk, como la desigualdad social, el control corporativo y la lucha por la identidad en un mundo tecnológico. Nos mantiene enganchados dentro de su narrativa y, junto a su apartado visual, hace que nos olvidemos de algunos errores jugables.
Neon Blood es una experiencia visualmente impresionante que resulta atrayente gracias a su historia aunque no destaque en sus demás aspectos. Su apartado gráfico merece un aplauso, destacándose como una obra de arte digital dentro del género cyberpunk. Sin embargo el juego se siente como una obra desequilibrada.
Recomendado para:
- Los amantes de Blade Runner y las historias cyberpunk.
- Quienes buscan una experiencia visual deslumbrante.
No es para:
- Aquellos que busquen una historia memorable.
Hemos jugado a Neon Blood gracias al código de prensa enviado por Meridiem Games a través de PressEngine.