Diez años es el tiempo que lleva la buena gente de Crytivo desarrollando The Universim, un simulador de dios que va mucho más allá de lo que se llegó a atrever a prometer el propio Peter Molyneux. A medida que vayamos jugando nos acordaremos de otros clásicos del género, sin ir más lejos del singular Black and White del amigo molinete, aunque la escala es mucho mayor que un simple poblado. Mucho, mucho, mucho mayor.
Por eso es normal que cuando echas un vistazo por primera vez a The Universim te sientas abrumado por la enorme escala de desarrollo y las herramientas de creación puestas a tu disposición. El juego te las va presentando poco a poco para que te vayas habituando a todos los menús y submenús al alcance de tu ratón. Y aún así se antoja imposible llegar a memorizar y usar cada una de las opciones a nuestra disposición.
Al ser un título que se centra en la intervención divina en las civilizaciones, tendrás que microgestionar la creación misma y llevar a tus criaturas desde la prehistoria hasta la conquista del espacio. Trata temas tan serios como enfermedades y fenómenos climáticos con un sentido del humor que le permite hacer referencias a películas o sufrir visitas extraterrestres en plena Edad de Piedra. Los desarrolladores, Crytivo, querían crear un profundo título de estrategia, creación de civilizaciones y RTS en el que los jugadores no se sintiesen abrumados gracias a toques cómicos. Y lo han logrado con gran éxito.
A pesar de querer alejarse de una imagen seria y realista, gráficamente Universim es una belleza absoluta que fusiona funcionalidad con diseño artístico. Pese a que algunos diseños pueden pecar de excesivamente simples, sus colores y matices producen una conjunto visual sobresaliente. Con hincapié en esos espectaculares amaneceres con explosiones de tonalidad asomando tras el planeta.
En The Universim serás el dios que intenta garantizar que sus civilizaciones se mantengan vivas. A lo largo de la partida, tus creyentes se encontrarán con monstruos primigenios, extraterrestres y desastres climáticos. Y como buen juego Molyneyux-like que es, te da la libertad creativa de ser una deidad bondadosa o destructiva.
Las personas a las que cuidas en The Universim se conocen como nuggets. Vamos que, como diría Bender, son cachos de carne. Se trata de humanos sin rostro y que no son muy inteligentes por sí solos así que debes estar muy pendientes de ellos mientras tratas haces avanzar su sociedad, creando gobierno, tecnología, recursos y, en general, mejoras para sus vidas. En general eres el director de esta orquesta y en este rol, debes asegurarte de que el mundo de tus nuggets no se vaya a la mierda.
Para lo cual se te dará bastante control sobre tu gente a través de poderes divinos y conocimientos superiores. Debido a esto puedes hacer un par de acciones de vez en cuando, guiar un poco la investigación de tu pueblo, crear un par de edificios, atender alguno de los rezos de tus creyentes. Y dejar tu civilización en paz y observarla hasta que aparezca el próximo desastre. Saber cuándo intervenir y cuándo dejar que su gente se encargue de sus asuntos.
Uno de los aspectos más importantes de Universim, y uno de sus puntos fuertes, es su carácter de investigación y desarrollo. Esto hace que su sociedad pase de una cultura primitiva a algo más parecido a la nuestra moderna. Es sorprendente cuántas opciones de investigación existen, pudiendo recrear nuestra civilización o crear una con tecnología diferente. Por ejemplo, desarrollar la electricidad en la era primitiva. Fuera de esto, cada avance en desarrollo puede darle a la sociedad una nueva tecnología, un nuevo hábito o un nuevo rasgo evolutivo.
También puedes intervenir en lo pacífica o beligerante que sea tu gente, animándoles a unir fuerzas con los pueblos que aparecen a tu alrededor (con sus propias deidades), o declarando la guerra a la primera oportunidad.
The Universim es estéticamente agradable, pese a contar con modelos de pocos polígonos para los personajes y algo más detallados para el entorno por el que evolucionan. El truco reside en que su iluminación da al juego un aspecto majestuoso tanto de día con sus amaneceres, como de noche. Cuanto más avanzadas sea tu civilización más brillarán sus ciudades en la oscuridad.
Es maravilloso ver que The Universim no sacrificó la jugabilidad o la belleza el uno por el otro. Además está increíblemente optimizado desde el primer día, aunque no está exento de pequeños fallos comprensibles en un juego tan vasto en posibilidades. De hecho tiene actualizaciones continuamente, lo que quiere decir que sus desarrolladores siguen puliendo un título que ya ha salido sin problemas mayores.
The Universim es un hermoso juego de estrategia en tiempo real que combina la construcción de ciudades con la intervención divina. Evolucionar tu especie y llevarla a otros planetas, luchar o cooperar con otras civilizaciones, todo ello mientras intentamos mantener un planeta limpio, libre de enfermedades y contaminación. Así que eres amante de los clásicos simuladores de deidad, ármate con tu teclado y ratón y lánzate a por este juego independiente sin pensarlo. Sí, teclado y ratón. Olvídate de jugarlo con mando y mucho menos en la pantalla de una Steam Deck, ya que sus menús son tan numerosos y diminutos que debes jugarlo en todo su esplendor.
Corre a por él si:
- Disfrutaste de Black and White, Civilization o Populous.
- Tienes complejo de Dios o te gusta meterte en todos los fregados.
No es para ti si:
- No te gusta la estrategia.
Hemos gozado de The Universim en una Steam Deck conectada a una tele y teclado y ratón gracias a la clave de análisis enviada por Crytivo a través de Keymailer.co.