Si llegáis hasta aquí sin haber jugado al primer Moving Out o su expansión Moving Out Movers in Paradise puede que sufráis del mismo prejucio que yo tenía hasta hace unos días: pensaba que era un juego clónico de la serie Overcooked, una forma de estirar la franquicia por parte de sus creadores. Esta vez en lugar de cocinar movemos muebles, pero se juega igual, podrías pensar. Nada más lejos. Es lo que puede parecer a simple vista, pero estas dos sagas son animales muy diferentes. Es cierto que parten de una idea similar pero a la hora de jugarlos son completamente diferentes.
Al igual que Overcooked tiene personajes y entornos cuquis. La perspectiva usada en Moving Out 2 es muy similar y además invita a jugar de forma cooperativa con varios amigos que deben coordinarse para realizar una tarea más o menos cotidiana. Pero mientras que el título de los cocineros exige desde el principio que nos coordinemos perfectamente con nuestros amigos Moving Out es un auténtico desparrame en el que podemos ir a nuestra bola el 90% del tiempo y salir victoriosos.
Mientras Overcooked exige perfección de tiempo y espacio y nos castiga cada mínimo fallo de coordinación, Moving Out nos invita constantemente a hacer el cabra. La diversión de estas mudanzas radica en ver cómo se destrozan los más queridos enseres de nuestros clientes. Romper ventanas, arrancar aparatos eléctricos sin desenchufar o lanzar por los aires objetos frágiles es parte del trabajo y una voz en off nos recordará constantemente que si no se rompe nada no es una auténtica mudanza.
Cada nivel es un constante ir y venir de jugadores entrechocando, trabajando cada uno a su bola. Hay objetos que necesitan de dos personas para ser movidos, pero incluso esos muebles pueden ser arrastrados por un solo jugador. Claro que Moving Out 2 nos exigirá coordinación con otro jugador para lanzar un sofá pesado, incluso según vayamos avanzando en el juego los nuevos niveles se las ingenian para que tengamos que establecer una estrategia con nuestros compañeros. Por ejemplo uno tendrá que abrir una puerta mientras el otro empuja la mesa de billar.
El caso es que esta necesidad de coordinación será paulatina y, en principio, puntual. Lo que permite que la jugabilidad que nos ofrece Moving Out sea mucho menos encorsetada, más alocada que Overcooked. Dicho de otra forma, aunque ambos juegos puedan parecer el mismo en realidad están dirigidos a público diferente. Por ejemplo la exigencia de coordinación de Overcooked terminó haciendo que mi pareja y yo decidiésemos guardarlo en un sitio bien alto para evitar que acabese con nuestro matrimonio. Pero jugar un par de horas a Moving Out 2 supone un rato de relax en el que ambos nos reímos y disfrutamos jugando.
Moving Out 2 llegará este 15 de agosto siguiendo el desparrame comenzado por el original de 2020, añadiendo una cantidad ingente de nuevas locuras. Nuevos P.E.D.O.s (Personal Experto en Desplazar Objetos), nuevos ítems para llevar y cincuenta nuevos niveles. Esto podría parecer un simple DLC para el juego original, pero en realidad han añadido una cantidad enorme de nuevas posibilidades.
Para empezar Moving Out 2 explota las posibilidades de los portales dimensionales al estilo Rick y Morty, con lo que sus desarrolladores tienen mucha más libertad de diseño en los nuevos escenarios. Al cambiar de dimensión el límite es la imaginación, las mudanzas se llenan de portales de transporte, magia, plataformas flotantes, niveles llenos de humo que debemos aspirar… Los diferentes mundos que visitamos y sus nuevas características hacen que nunca nos aburramos.
También cuenta con añadidos menos exóticos como puertas que sólo se abren hacia un lado, que añaden algo de laberinto a algunas mudanzas, o superficies en las que podemos hacer rebotar los enseres mudados para llegar más lejos con nuestros lanzamientos.
Vale, todo esto podría seguir pareciendo un paquete de expansión para el primer Moving Out, uno muy grande y lleno de suculento contenido pero al fin y al cabo un DLC. Lo más importante que ha añadido Moving Out 2 respecto a su predecesor se esconde dentro del código del juego. Es algo tan invisible a simple vista como grande y disfrutable en la práctica: se ha añadido juego online.
De esta forma Moving Out pasa de ser un título para sacar en fiestas caseras a un juego con el que quedar en cualquier momento con nuestros amigos. Porque la campaña de Moving Out 2 se puede jugar en solitario, pero es un auténtico desperdicio. La única forma de disfrutar de este juego es en compañía, gozando de su extraño juego cooperativo en el que estaremos más tiempo estorbando que ayudando al resto de jugadores sin que tengamos porque cargarnos la partida.
Si eres de los que disfruta más del modo cooperativo de Overcooked Moving Out 2 también añade, tras superar un par de niveles, un salón recreativo en el que podremos disfrutar de algunos niveles arcade pensados exclusivamente para dos jugadores. En estas fases similares a pruebas de Takeshi’s Castle sí que deberemos coordinarnos con nuestro acompañante para llevar un mueble de un punto a otro. Tranquilos, los desarrolladores no han contratado a Jorge Ponce, Eva Soriano y Dani Rovira como comentaristas, podrás jugar al modo recreativo sin tener que desactivar el sonido.
Te gustará si:
- Quieres jugar a Overcooked pero tu pareja juega mucho mejor que tú y no haces más que ponerte en medio de ella y sus ansias de hacer la tortilla perfecta en el tiempo justo.
- Te gusta jugar con tus amigos pero ya estás demasiado mayor como para invitarles cada sábado a casa. Gracias al modo online puedes jugar con ellos si que te manchen el salón y te asalten la nevera.
No te gustará si:
- Prefieres jugar solo, la gente te estorba, las personas para ti son sólo seres a las que esquivar para llegar a tu fin.
- No tienes amigos. Lo sentimos mucho, pero el modo solitario es de todo menos divertido.
Hemos realizado las mudanzas interdimensionales de Moving Out 2 usando una Xbox Series X y el código de descarga proporcionado por Team17.