La quinta temporada de Slow Horses baja la calidad, pero sigue siendo una gran serie de espías con humor negro.
La quinta temporada de Slow Horses ha regresado con una ambición renovada que, para muchos, se ha convertido en un arma de doble filo. La serie de Apple TV+ se atreve a expandir su universo temático, abordando cuestiones contemporáneas como el activismo radical, la cultura incel y las tensiones internas del MI5. Sin embargo, esta densidad narrativa genera un efecto de sobrecarga: la trama toca demasiados temas a la vez y no siempre logra profundizar en ellos.
Una apuesta arriesgada
El cambio estructural puede verse como un desvío arriesgado. Para algunos espectadores, la temporada resulta estimulante y revitalizante, al ofrecer una sátira que cuestiona la estupidez institucional y la anti-intelectualidad en un mundo polarizado. Para otros, la dispersión narrativa debilita la tensión dramática y resta coherencia al conjunto.
La ampliación del foco hacia personajes secundarios también marca esta entrega. Figuras como Roddy Ho ganan protagonismo, aportando comedia y tensión conspirativa con su arrogancia tecnológica y un nuevo arco sentimental. Esto diversifica la trama, pero diluye la urgencia de la historia principal.

Jackson Lamb, el pilar constante
En medio de la dispersión, Gary Oldman como Jackson Lamb sigue siendo el ancla de la serie. Su cinismo descarnado y la dinámica con los “caballos lentos” mantienen la coherencia y el atractivo central. Otros personajes, como Shirley, añaden capas dramáticas con secuelas emocionales, mientras que figuras clave como Diana Taverner no siempre reciben tramas a la altura de su relevancia.
Ritmo y tono
El ritmo narrativo es otro de los puntos discutidos. La temporada avanza con rapidez, resolviendo conflictos de forma apresurada y debilitando la tensión emocional. El tono, marcado por la comedia negra, sigue siendo parte del ADN de la serie. Sin embargo, en ocasiones se vuelve caricaturesco, lo que resta credibilidad al thriller de espionaje.
A nivel técnico, la producción mantiene un buen nivel. La edición de sonido y la puesta en escena de momentos clave, como el ataque inicial, refuerzan el tono sobrio y realista que caracteriza a la serie.

Veredicto final
La quinta temporada de Slow Horses es ambiciosa, arriesgada y desequilibrada. Su valentía para ir más allá del thriller clásico aporta riqueza temática, pero la sobrecarga de ideas y los problemas de ritmo hacen que se tambalee en coherencia. Aun así, sigue siendo una serie entretenida y relevante, con actuaciones sólidas y momentos que mantienen su atractivo.
En definitiva, se trata de una entrega que puede no funcionar para todos, pero que aporta nuevas capas a la saga de los “caballos lentos” y confirma que, incluso en su temporada más discutida, Slow Horses sigue siendo grande.
| Desarrollador | See-Saw Films |
| Editor | Apple TV+ |
| Género | Thriller de espías, drama, comedia negra |
| Plataforma | Apple TV+ |
| Duración estimada | 6 episodios, 45–55 minutos cada uno |
| Estilo visual | Realismo sobrio, ambientación londinense, tono oscuro con toques satíricos |
| Mecánicas | Narrativa episódica, conspiraciones, humor negro, desarrollo coral de personajes |
| Idiomas disponibles | Inglés, español (subtítulos y doblaje) |
| Fecha de lanzamiento | Noviembre de 2025 |

