24 noviembre, 2024

Análisis de GuardGrave: el arcade en casa

Tras el nombre de Monster Batch se esconde Chris O, un artista del pixel cuya obra es un canto de amor a los arcades de nuestra juventud. Aquellos que seas aficionados al retro ya conoceréis su obra: Insanity Blade, Battle Princess Madelyn y el genial Deathwish Enforcers que algún día llegará a PC y Xbox pero que os aconsejo adquirir ahora mismo en Switch o PlayStation 4 si es que poseéis esas plataformas. Todos ellos son grandísimos juegos retro que cuentan con gráficos pixel art y las escandalosamente buenas melodías chiptune de Gryzor87.

GuardGrave es su última obra en llegar a Steam e itch.io y, viendo toda su obra anterior, ya os podéis imaginar qué es lo que os vais a encontrar. Y si no os hacéis una idea podéis ver este vídeo con los dos primeros niveles del juego:

Probando GuardGrave un nuevo arcade retro

Grave Time

Si sus anteriores títulos habían homenajeado a Sunset Riders y Ghouls and Ghosts, trayendo a la actualidad muchas de sus mecánicas, con GuardGrave hace lo propio con el clásico de Data East: Buger Time. Para los más jóvenes o despistados, esta era una recreativa en la que controlábamos a un simpático cocinero que debía hacer enormes hamburguesas con el método de ir pisando los ingredientes.

Gigantescos panes, hojas de lechuga y rodajas de carne se encontraban repartidos por cada pantalla y nosotros los debíamos hacer bajar para formar las deliciosas y enormes hamburguesas con sabor a pisotón. Todo esto mientras esquivábamos el huevos fritos que nos perseguían de forma incesante. Lo que viene siendo el día a día en la cocina de un McDonald’s.

Las diferencias

Igual que en los anteriores títulos de Monster Bach, en GuardGrave se hace un homenaje directo a un clásico pero no se trata de un remake o un clon. Se ha sabido dar entidad propia al juego con cambios significativos en la jugabilidad, a la vez que se hacen guiños a otros arcades de la época.

En el caso del juego que nos ocupa nos encontramos con dos viejos sepultureros que deben cerrar enormes ataúdes a golpe de martillo mientras esquivan seres de ultratumba. Para complicar las cosas al empezar el nivel no dispondremos de mazo, estamos completamente indefensos y sólo podemos correr por el escenario esquivando a los enemigos. Los martillos aparecen como powerup en un punto aleatorio de la pantalla y duran un pocos segundos en los que tendremos que correr a cerrar las tumbas. Por suerte en este caso no debemos bajar varios ingredientes sino sólo la tapa, con la que además podemos pillar a nuestros enemigos en su caída.

Otra faceta que le da una identidad propia a GuardGrave es el hecho de que cada siete niveles nos enfrentaremos a un enemigo final. En estos combates el jefazo se encuentra en el fondo de la pantalla lanzándonos proyectiles mortales mientras nosotros nos situamos en la parte superior golpeando tumbas para que caigan sobre él. Muy parecido a lo visto en Jump de Zigurat. Me pregunto si autor conocerá esta joya oculta del software patrio.

Ese pulpo me suena

Como buen juego hecho con amor a lo retro, GuardGrave esconde muchos guiños a videojuegos clásicos que no harán esbozar una sonrisa a los más viejos del lugar. Para empezar estos protagonistas nos pueden recordar a los del clásico Don Doko Don de Taito, compañía de la que cogen el aspecto gráfico general del juego. Con sprites reconocibles como los diamantes de colores que recogíamos en Rainbow Island, del que también toma prestado algún final boss.

En general todo en GuardGrave despierta la nostalgia de aquellos que nos jugábamos clases para ir a los recreativos más cercanos. Monster Batch ha recogido todo el sabor de esos juegos de plataformas monopantalla como Snow Bros, Bubble Bobble, Tumblepop y tantos otros.

Tengo que avisar que de estos arcades también recoge la mala leche y la dificultad escondida tras el aspecto cuqui de sus personajes. Por suerte hay un modo niños en el que aparecemos directamente con el martillo en la mano y tenemos una cantidad superior de vidas. Aunque si eres el rey del píxel y no hay juego que se te resista también tienes un modo hardcore que te pondrá mirando a Cuenca a las primeras de cambio y que garantiza horas y horas de diversión

GuardGrave te gustará si:

  • Te sobran cinco euros. Sí, esta puta maravilla vale cinco euros en Steam o itch.io, déjate de excusas y hazte con él.
  • Tienes una tarjeta gráfica ultramoderna o un PC que pide tierra. Si funciona en mi portátil cochambroso funciona en tu ordenador.
  • Tu filia por el píxel es legendaria.
  • Peinas canas o aire.

Por el contrario no te hará tilín si:

  • Los juegos sólo te parecen divertidos si mueven un trillón de polígonos.
  • Has puto quedado para jugar al Fornite con tus bros.

He jugado GuardGrave mientras recordaba aquellos años en los que tenía pelo en la cabeza gracias la clave de prensa proporcionada por Monster Batch, a través de Sir Arturo de Pendragón.

By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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