Remedy avisa de una bajada de beneficios

El estudio finlandés Remedy Entertainment ha lanzado una advertencia financiera que no deja lugar a dudas: FBC: Firebreak, su apuesta multijugador ambientada en el universo de Control, no ha cumplido las expectativas. Apenas dos semanas después de implementar una actualización masiva para intentar salvar el proyecto, los resultados siguen siendo decepcionantes. Remedy avisa de que los ingresos no compensarán la inversión y que el impacto económico será notable en su balance de 2025.

El título, concebido como un spin-off cooperativo centrado en la acción táctica, debutó con cifras modestas. El día de su lanzamiento en Steam apenas rozó los 2.000 jugadores simultáneos. En menos de un mes, esa cifra cayó por debajo del centenar. La respuesta del estudio fue inmediata: parches urgentes, comunicación directa con la comunidad y una actualización mayor, denominada Breakpoint, que llegó el 29 de septiembre. Esta revisión introdujo cambios profundos en la jugabilidad, con ajustes en el ritmo de combate, balance de habilidades y mejoras en la interfaz.

Durante unos días, la actividad repuntó. Sin embargo, el efecto fue efímero. La base de usuarios volvió a desplomarse, y las ventas no alcanzaron los objetivos internos. Remedy avisa de que, pese a los esfuerzos, el rendimiento comercial de Firebreak ha sido insuficiente. En su informe financiero semestral, la compañía ha reconocido una pérdida contable de 14,9 millones de euros, correspondiente al coste de desarrollo y distribución del juego.

Este ajuste contable, conocido como deterioro de valor no monetario, refleja la pérdida de valor de un activo que no generará los beneficios esperados. En términos prácticos, implica que el estudio asume que no recuperará la inversión realizada. Aunque los ingresos totales de Remedy podrían crecer respecto al año anterior, el beneficio operativo (EBIT) será negativo y quedará por debajo de las previsiones iniciales.

El CEO de la compañía, Tero Virtala, ha declarado que seguirán trabajando en el título, aunque con una estrategia revisada. Esto sugiere que futuras actualizaciones importantes podrían cancelarse o reducirse. La prioridad será ajustar los recursos a una nueva proyección de ventas a largo plazo. La sostenibilidad del proyecto dependerá de su capacidad para atraer y retener jugadores en un mercado saturado de propuestas cooperativas.

FBC: Firebreak se presentó como una extensión del universo Control, con un enfoque centrado en el combate en equipo y la exploración de anomalías paranormales. A pesar de su potencial narrativo y del respaldo de una IP consolidada, el juego no logró conectar con el público. Las críticas apuntan a una experiencia genérica, falta de identidad y escasa profundidad en sus mecánicas. Remedy avisa de que, aunque el producto tiene una base sólida, el contexto actual no permite mantener el mismo nivel de inversión.

Este revés llega en un momento clave para el estudio, que también trabaja en otros proyectos como Control 2 y el remake de Max Payne. La presión por rentabilizar sus desarrollos es alta, especialmente tras el éxito crítico de Alan Wake 2. La situación de Firebreak pone de relieve los riesgos de apostar por modelos multijugador persistentes sin una comunidad sólida desde el inicio.

La industria del videojuego ha demostrado que incluso los estudios con prestigio consolidado no están exentos de tropiezos. Remedy avisa de que el futuro de Firebreak dependerá de su evolución comercial, pero también de decisiones estratégicas que prioricen la viabilidad frente a la ambición. El tiempo dirá si este experimento multijugador encuentra su lugar o queda como una nota a pie de página en la historia del estudio.