El lanzamiento de Rise of the Tomb Raider en Xbox One, plataforma de la que será exclusivo de forma temporal pese a que no haya demasiados detalles de ello, está plagado de polémica por motivos obvios desde que nos enteramos de su existencia en el E3 2014 y de su particularidad durante la GAMESCOM 2014.
Repasemos su historia, por si hay algún rezagado. Tras el reboot casi mágico de Tomb Raider que devolvió a la vida una saga que no estaba a la altura de su pasado, Crystal Dynamics y Square Enix decidieron seguir explotando el fenómeno Lara Croft, tal y como era de esperar. En el camino Microsoft metió la mano y el resultado es, a grandes rasgos, la exclusividad de Rise of the Tomb Raider en Xbox One.
Comprenderéis que estas cosas duelen en la competencia, siendo los más perjudicados a corto plazo los usuarios. Las exclusividades son lógicas y necesarias en esta industria, pero la situación es bastante más compleja que eso: Rise of the Tomb Raider sí que llegará a otras plataformas, pero aún desconocemos bajo qué condiciones y cuándo. Acusaciones de que Microsoft quería apropiarse de la saga de Lara Croft para poder luchar de tú a tú contra Uncharted estaban a la orden del día.
Pues bien, tenemos ciertas novedades sobre el tema: Microsoft y no Square Enix se encargará de distribuir Rise of the Tomb Raider en Xbox One. Vaya, como si de un juego exclusivo con todas las letras (Gears of War, Halo, Forza…) se tratara. Por otra parte, parece ser que los de Redmond también han colaborado en su desarrollo dando soporte de diferentes maneras, márketing incluido. No se puede negar la intención de que todo salga bien, no.
Podremos disfrutar de Rise of the Tomb Raider en Xbox One y Xbox 360 en algún momento del año que viene. Los usuarios de otras plataformas tendrán que esperar, pero Square Enix insiste en que no les quepa duda de que la exclusividad con Microsoft no deja de ser temporal. Veremos cómo termina este experimento.