Si buscas un videojuego que te haga reír, pero también chillar de frustración; que sea perfecto para jugar a solas, pero también ideal para compartir con amigos; y que tenga una buena factura independiente, entonces no lo busques más, porque puedes encontrar Manual Samuel ya disponible en Xbox One.
Este juego, que sus creadores describen como una «aventura de destreza» llega dispuesto a tenerte pegado a la pantalla de tu consola mientras maldices por lo bajo, y ha sido presentado a través del blog oficial de Xbox, Xbox Wire.
El infierno en la tierra de Manual Samuel
En Manual Samuel descubriremos la historia de un chaval rico y mimado llamado Samuel que tras una maldición despierta para descubrir que está en el Infierno. Allí se topa con la Muerte, quien resulta que no es precisamente una figura de pesadilla a lomos de un corcel endemoniado, sino simplemente un «esqueleto normal» que recorre el Infierno en sudadera y sobre un patinete. La Muerte le ofrecerá un trato de lo más curioso a Samuel: le devolverá el resto de años que le quedan con vida si consigue sobrevivir un solo día controlando absolutamente todas sus funciones vitales de forma manual: respirar, masticar, andar o parpadear nunca había sido tan complicado. Así, la jugabilidad del título consistirá en acompañar a Samuel por estas agónicas 24 horas cuidando hasta el último detalle de su vida, mientras la Muerte nos acompaña como un narrador irónico y más bien poco deseado.
Ozan Drozdal, animador y Project Manager de Perfectly Paranormal, describía el sentir del estudio acerca del juego con la siguiente analogía: «Para nosotros, Manual Samuel es como la pizza. Sí, es divertido sentarse y comerte una entera tú solo mientras te ríes, pero también es divertido si reunes a unos cuantos amigos para que vean como se te cae todo. O quizá quieras compartir esa pizza en modo cooperativo y gritar a tus amigos por no hacerlo bien. Quizá tú y tus amigos podáis ver quien se come antes la pizza mediante el desafiante modo Time Attack y reír porque uno acaba tirado por el suelo lleno de salsa de tomate».