En una reciente aparición en el podcast A Life Well Wasted, titulado “Game Over”, un antiguo desarrollador de Firewalk Studios compartió sus reflexiones sobre el fallido shooter hero-multijugador Concord, describiéndolo con una frase que resume tanto su ambición como su trágico desenlace: “It was the most beautiful car that we crashed.”
El sueño y el orgullo que lo impulsó
Durante el desarrollo del juego, el equipo experimentó emoción y convicción: el día de la presentación oficial fue, según el exdesarrollador, una jornada por la que habría “ido a la batalla” por la compañía. El sentido de comunidad era fuerte: “Los colegas eran talentosos y amables… por primera vez en mi carrera, me sentí igual y respetado” — incluso con detalles tan importantes como espacios compartidos para mujeres, algo que no había experimentado en estudios anteriores.
El golpe de la recepción al beta
A pesar del entusiasmo inicial, el beta público no alcanzó las expectativas. Las primeras impresiones negativas dominaron los titulares, y la cobertura mediática enfatizó los datos fríos del rendimiento, más que el contenido o la propuesta del juego: “La noticia no era lo que era el juego, sino lo mal que lo estaba haciendo”.
Una desconexión difícil de salvar
Según el testimonio, el equipo reconocía las críticas — e incluso las compartía—, pero los límites internos —presupuestarios, estructurales, o de tiempo— impidieron realizar cambios significativos: “Sabemos lo que está pasando. Lo sabemos muy bien. Estamos de acuerdo la mitad de las veces. Pero, la mayoría de las veces, no es posible cambiarlo dadas las circunstancias y los costos hundidos”.
Un proyecto ambicioso que fracasó
Concord fue concebido como una estrella dentro del catálogo de PlayStation. Sin embargo, el beta recibió una acogida tan tibia que el juego apenas logró 700 jugadores simultáneos en Steam al lanzamiento, y se estimó que vendió unas 25.000 copias antes de su cierre definitivo solo dos semanas tras su debut.
El testimonio del exdesarrollador refleja un balance emotivo: un proyecto de gran ambición y belleza técnica que se estrelló por problemas de comunicación, expectativas y ejecución. Aun así, enfatiza el valor y la gratitud hacia quienes le brindaron una experiencia laboral inolvidable.