22 noviembre, 2024

The Thaumaturge entró fuerte en el radar de mucha gente, un juego que prometía ser un Pokémon / Persona ambientado en la Varsovia de principios del siglo pasado. Fool’s Theory, sus creadores, están detrás del remake de The Witcher y han colaborado en el desarrollo de Baldur’s Gate III, lo que sólo ayuda a acrecentar las ganas de ponerle las manos encima a este gran RPG. Os contamos cómo es.

The Thaumaturge   Tráiler

Wiktor Szulski, el taumaturgo protagonista, es un mago que usa ritos antiguos para unir a su voluntad entidades espectrales conocidos como salutors. Las únicas personas con las que es cercano son su amada hermana y su nuevo amigo Rasputín. Que, por cierto, es Rasputín, ese Rasputín al que cantaba Boney M. Si bien el principio de la aventura sucede en una pequeña aldea, para que nos adaptemos a la jugabilidad, en poco tiempo Wiktor se dirige a Varsovia para investigar un misterio con mucha más enjundia.

Los poderes de Wiktor no se limitan a cazar seres espectrales, gran parte del juego la pasamos resolviendo misterios gracias a su capacidad de deducir a través de las vibraciones de los escenarios. Ciertos objetos dejan un rastro, una marca de su propietario y The Thaumaturge es capaz de verlo. Por ejemplo, durante el tutorial, encuentras una mancha de sangre de hace un año en un suelo quemado. Con un simple vistazo sabes cómo murió la persona, el arma homicida y su estado emocional en ese momento.

Es importante seguir estos misterios, porque en este universo las malas vibraciones son más que una simple experiencia desagradable, se vuelven mortales. Los principales defectos morales atraen a los salutors, que acaban atacando a la población.

En este universo, los taumaturgos necesitan vincular un salutor a su voluntad para mantenerlos firmes. Sin embargo, Wiktor es un poco más ambicioso de los habitual y quiere hacerse con todos los posibles para aumentar su poder. Lo que acerca The Thaumaturge a otros títulos como Pokémon o Persona. Aunque terminas la historia sin llevar a tantos salutors como lo haría Ash Ketchum.

Empiezas con Upyr, una criatura demoníaca sacada directamente de la mitología eslava, que parece un esqueleto flotante envuelto en pieles. Su principal poder es drenar la salud del enemigo y curar a Wiktor. Todo mientras tus enemigos ignoran que Upyr está a su espalda. Otros ejemplos son Lelek, un pequeño pájaro que inflige locura y caos a los oponentes, mientras que Bukavac es una gran bestia de huesos encadenada que inflige efectos de daño acumulativos a mis enemigos.

Los combates suceden por turnos, con doble plano a controlar: el aburrido humano y el espiritual de los salutors. Puñetazos, espadas y armas de fuego se mezclan con mordiscos espectrales en la yugular.

Lo más interesante de The Thaumaturge es su historia, que varía en multitud de bifurcaciones a medida que tomamos decisiones o elegimos qué decir en las diferentes conversaciones. La Varsovia del juego se siente viva, llena de personas con historias propias, con mil hilos de los que tirar para llegar a nuevas historias. El problema es que también se siente cómo tantas posibilidades han acabado desbordando al equipo de programación y hay hilos que se quedan a medias, concluidos de forma precipitada o partes que fallan en su implementación.

Puedes entrar en un escenario en el que necesito tener más nivel del actual para descubrir la pista necesaria, pero si vuelves a las horas de juegos con el nivel alcanzado dicha historia ya no está disponible.

Todas estas bifurcaciones tienen una decisión moral que te afectará de una u otra forma, teniendo que elegir si resolver el problema aumentando tu indicador de orgullo, principal pecado de Wiktor, o dar un rodeo moral. No son pocas las veces que The Thaumaturge te tienta a tirar de orgullo para terminar antes o librarte de un pesado. Hay que tener en cuenta que cuanto más aumenta el pecado de orgullo, más opciones de conversación se abren en el futuro.

Es un acto de equilibrio entre no querer ser un felpudo y no querer perder a Wiktor por completo a causa de su maldición. Es especialmente difícil ser una persona amable y paciente en Varsovia. Wiktor es muy consciente de su orgullo y descubre que otras personas tienen defectos similares: ira, avaricia, etc. Todo esto puede inspirar descontento, violencia y la llegada de más salutors al terreno de juego.

Fool’s Theory es un estudio pequeño que se ha enfrentado a un gran proyecto como The Thaumaturge con una ambición desmedida y ha salido… más o menos bien. No es que el juego sea técnicamente perfecto, jugando en una Steam Deck (máquina para la que no está nada adaptado) se le notan las costuras gráficas. Ha habido múltiples bugs relacionados con borrados de partida al actualizar el programa, cuelgues del juego que te escupe al escritorio del sistema o animaciones extrañas que te sacan del gran ambiente creado por el juego.

En comparación con un juego de Bethesda ha salido muy pulido, todo hay que decirlo. También resulta mucho más novedoso y jugable, aunque esto ya se debe a mi personal aversión por los Elder Scrolls y derivados.

Conclusión

The Thaumaturge logra hacer un hábil trabajo entretejiendo su historia sobrenatural y el contexto histórico. Wiktor es un outsider y su desapego de la sociedad le permite elegir un bando. La historia del juego tiene toneladas de ramificaciones, incluidas algunas en las que cae en el orgullo o comete pecados que no puede borrar. Estas son las opciones que hacen que The Thaumaturge valga la pena, haciendo que se pasen por encima sus deficiencias técnicas. Cada decisión de Wiktor se siente como algo que tiene peso. Pese a la decena de horas que dura la aventura, siempre da ganas de probar y ver qué otras ramificaciones puedes llevar a cabo.

Te recomiendo The Thaumaturge si:

  • Buscas una gran historia, con una ambientación histórica real, aunque paralela.
  • Adoras los juegos de rol profundos, con investigación y conversaciones que importan en la historia.
  • Te gustan los combates por turnos.

No es para ti si:

  • No tienes paciencia con los bugs.
  • Prefieres recolectar criaturas que luchen por ti en entornos amables y coloridos.

Hemos jugado The Thaumaturge en una Steam Deck, con teclado y ratón (porque no hay otra forma) gracias al código de prensa enviado por 11 bit Studio a través de keymailer.co.

By Binary Domain

Un robot de servicio especial construido por IRTA Francia. Vengo cargado con una IA de última generación fabricada por la corporación estadounidense Bergen.

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